A veces nuestros ojos nos engañan O mejor dicho, algo o alguien se encarga de que veamos lo que no es. Cripsis o Camuflaje se define como un fenómeno por el que un animal presenta adaptaciones que lo hacen pasar inadvertido a los sentidos de otros animales, pero ¿como denominar lo que consigue esta imagen?, camuflarse para parecer lo que no es.
Para una presa la mejor manera de lograr ocultarse es confundirse con el entorno, mantenerse inmóvil, contener la respiración y esperar a que pase el depredador.
En este Camuflaje la inmovilidad es esencial, contener la respiración ayuda, pero desde luego la finalidad no es pasar desapercibido. Muy al contrario lo que se desea es llamar nuestra atención.
En este Camuflaje la inmovilidad es esencial, contener la respiración ayuda, pero desde luego la finalidad no es pasar desapercibido. Muy al contrario lo que se desea es llamar nuestra atención.
Si no eres capaz de ver la realidad en la fotografía, puedes hacerte una idea de lo que ocurre pinchando aquí.
Johannes Stötterel camufla la realidad con su pintura y en este trabajo nos presenta un tema relacionado con la naturaleza en un cuerpo humano.
La belleza, el equilibrio, el sueño inalcanzable, el centro del mundo, el amor y el arte pueden estar escondidos en el cuerpo desnudo de una mujer. Camuflaje y precioso lienzo para el arte y el placer.
La belleza, el equilibrio, el sueño inalcanzable, el centro del mundo, el amor y el arte pueden estar escondidos en el cuerpo desnudo de una mujer. Camuflaje y precioso lienzo para el arte y el placer.
Hemos pasado un rato juntos, en el auditorio Marcelino Camacho, en Madrid. Mujeres y hombres "tejiendo redes", como dice el slogan de la asamblea reivindicativa donde como otras veces nos encontrábamos cientos de personas decididas a luchar por nuestros derechos.
Al escribir este artículo es siete de marzo y durante esta semana y sobre todo mañana, el color violeta, el número 8, las banderas y los pines sobre la igualdad inundarán las calles de toda España y de muchas otras ciudades en todo el mundo, pero un año más será una visión externa. En el interior, los hombres aún siguen matando por violencia de género, los empresarios siguen discriminando por cuestiones de género y las mujeres siguen siendo menospreciadas por muchos gobiernos también por una cuestión de género.
Y es que el color violenta debería estar en nuestro interior, en el corazón y en la cabeza, en nuestros sentimientos y nuestras decisiones, para ver la vida de otro color, del color de la igualdad, donde las personas, mujeres y hombres, hombres y mujeres.. andamos "tejiendo redes" y donde en algún momento el ocho de marzo sea solo un día de celebración sin necesidad de reivindicar la igualdad entre mujeres y hombres.
Hoy he visto como las mujeres a las que desde la multinacional Coca-Cola se pisotea en sus derechos laborales gracias a las modificaciones legislativas de Rajoy se dirigían a un público entregado, un grupo de hombres y mujeres activas en la lucha por el empleo y por sus derechos. Contaban como después de que la gran empresa con ganancias multimillonarias les informara de su decisión para el cierre de las fábricas y sus despidos, al llegar a Madrid les esperaban los trabajadores, mujeres, hombres y sus hijos, carritos de bebé, hombres y mujeres jóvenes y viejos que al llegar con la espalda cargada de amenazas y el Ere sobre sus cabezas, les aplaudieron y les prometieron plantar cara.
Hoy esas mujeres y esos hombres, desde Madrid como inicio y por toda España están "tejiendo redes" y la reivindicación justa de un puesto de trabajo y el derecho a no ser pisoteado por el poder de una gran empresa que aún ganando millones de euros decide deshacerse de 1250 familias y enviarlas al mundo de la miseria laboral que nos rodea, robándoles el futuro a ellos y a sus hijos, representa la lucha obrera de siempre, como siempre.
Una de las mujeres desde el escenario y para cerrar su sentida intervención nos recuerda a todos esta medida que "tejiendo redes" ha logrado disminuir en un 50% las ventas de Coca-Cola y que resuena fuerte en toda España, para que no se olvide: "Si en Madrid no se fabrica, en Madrid no se consume. Si en España no se fabrica, en España no se consume".
Las mujeres son (sois), doblemente dañadas y perjudicadas, como trabajadoras, como madres, como mujeres, como paradas.... Ya va siendo hora. Es intolerable y no se como este país no revienta al enterarse que en la última semana cinco mujeres han muerto a manos de los "machotes". En lo que va de año, solo un par de meses, han muerto 12 mujeres por violencia de género, asesinadas por razón de sexo, por su género, por ser mujeres, a manos de los "MACHISTAS DE MIERDA". Y por si fuera poca la agresión, ahora desde el gobierno y con la mano de la iglesia como acompañante, pretenden obligaros a ser madres. Os abandonan, os menosprecian, sois quienes mantienen a nuestros mayores y dependientes, quienes dais placer a los hombres y si os quedáis embarazadas.... "el gobierno no os obliga a casaros, ni siquiera a ser pareja, por supuesto no obliga al hombre a nada, pero eso sí, debéis ser madres por decisión del gobierno rancio del Partido Popular y su flamante ministro de Justicia el Sr. Gallardón.
Desde aquí y sin ser mujer, os entiendo y comparto vuestras reivindicaciones, vuestra lucha y sé que vuestra decisión os llevará a vencer tarde o temprano y que entonces desde la igualdad los ocho de marzo se verán como un día únicamente de celebración. Os dejo el manifiesto que las mujeres de CCOO han elaborado y que desde luego comparto para su reflexión y "tejiendo redes" conseguir pronto la Igualdad.
MANIFIESTO
Afrontamos este 8 de Marzo con la amenaza del Anteproyecto de Ley Orgánica para la Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada, que supondrá el mayor recorte de derechos fundamentales de las mujeres en los últimos 30 años. El nombre del anteproyecto ya muestra su carga ideológica y su concepción de las mujeres. Para los promotores las mujeres no son personas con derechos, sino simplemente víctimas.
Por si no es suficiente con los recortes en gasto social o la destrucción del Estado de bienestar para limitar la presencia de las mujeres del mercado laboral, ahora hay que obligarlas a tener hijos, sea como sea y estén como estén. No importa que no quieran parir. Parirán porque un ministro y sus amigos del alzacuellos así lo habrán decidido disfrazándolo de ley aprobada en el Congreso. Lo disfrazarán sí, porque aunque puede que haya debate, ya está todo perfectamente planificado: se presenta un proyecto de ley, salvaje en su contenido, para luego modificarlo en uno de sus aspectos más controvertidos —nunca antes de las Elecciones al Parlamento Europeo—, y listo.
Pues no. La posible modificación en debate parlamentario no mejora para nada la brutalidad del anteproyecto, porque aun así empeora la actual Ley, atenta contra los derechos fundamentales de las mujeres —pero no de todas, las ricas podrán viajar a otros países para abortar, las pobres tendrán que jugarse aquí la vida—, las trata como a personas incapacitadas para decidir sobre su cuerpo y su maternidad, como a menores de edad bajo tutela, y criminaliza al personal sanitario que las ayude, algo que no podemos consentir.
El actual anteproyecto habla de la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada, pero no habla para nada de cómo va a proteger esa vida, ni a las mujeres, solo habla de cómo evitar el aborto y de cómo se va a regular legalmente y de quién va a ser culpable o no del mismo. No da seguridad a ninguna mujer embarazada de cómo va a seguir adelante, sin trabajo, algunas sin formación, incluso sin estudios, que sufren violencia, que hayan sido abandonadas, que sean pobres, expulsadas de su comunidad, o de sus familias por estar embarazadas… REALMENTE ESTE ANTEPROYECTO NO PROTEGE A NINGUNA MUJER EMBARAZADA.
Vivimos en un país donde los NO NACIDOS tendrán más derechos que las personas nacidas, donde las nacidas se quedan sin ayudas para libros, sin becas de comedor, sin ayudas a la dependencia, sin colegios o sin vivienda si sus padres y/o madres (también nacidos/as y con derechos) no pueden pagar todos esos gastos. La pobreza infantil en España alcanza a casi tres millones de niños y niñas, el 33,8% de la población infantil. Y dicen que lo que pretenden con el anteproyecto es ¿PROTEGER LA VIDA?
PROTEGER LA VIDA es proteger a las personas más débiles, permitir que se desarrollen y maduren para que puedan formarse como personas adultas y responsables, es proteger el trabajo para la mujer embarazada por el hecho de estar embarazada y hacer posible que los padres sean responsables y compartan los cuidados de los y las menores en igualdad de condiciones durante el mismo tiempo que las madres, y que la mujer embarazada o la que ya es madre pueda tener, conseguir y mantener sus derechos. Es respetar el derecho a la igualdad de oportunidades.
Pero no solo la igualdad se resiente. Desde la última reforma de la Ley de Dependencia más de 160.000 cuidadores/as han dejado de cotizar a la Seguridad Social, de los cuales el 97% eran mujeres, aún cuando las pensiones de las mujeres son un 61% más bajas que las de los hombres. A lo que hay que añadir la destrucción de empleo público, donde el 67% del empleo destruido lo ocupaban mujeres, de las cuales el 87% eran trabajadoras a tiempo completo.
Además, la reforma de la Administración Local supondrá la destrucción de miles de puestos de trabajo, la eliminación de los servicios sociales que se prestan desde los ayuntamientos a residencias de mayores, ayuda a domicilio, casas de acogida para menores y mujeres maltratadas, servicios de información y asesoramiento a familias, jóvenes o mujeres o comedores escolares entre otros, y afectará doblemente a las mujeres como receptoras del servicio y como empleadas de la Administración Local donde son mayoritarias.Pero este Gobierno, que congela las pensiones, recorta e impone el copago en la Ley de Dependencia e impulsa una ley del aborto que obliga a las mujeres a tener hijos con malformaciones, sostiene que será beneficiosa para la economía porque fomenta la natalidad…pariremos para salvar la economía… ¡El colmo!
Las mujeres no son ciudadanas de segunda, son ciudadanas del mundo con derechos adquiridos con mucho esfuerzo a lo largo de los años, que las equiparan a la otra mitad de la población, pero que ahora están a un paso de volver al siglo XIX donde tenían los mismos derechos que las personas menores de edad, es decir ninguno.
La FSC-CCOO hace un llamamiento a participar de las concentraciones, manifestaciones o cualquier tipo de actos que se convoquen para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y a exigir el derecho de las mujeres a decidir solas o con quien ellas quieran y a que se respeten sus razones sin excepciones y sin tutelas.
DEBEMOS…PODEMOS…Y QUEREMOS SEGUIR DECIDIENDO
Si has llegado hasta aquí, y leído este manifiesto, espero que como yo lo compartas y sino es así, por lo menos que lo respetes. Bajo mi punto de vista, las mujeres debéis y podéis seguir decidiendo, también para ser madres o no. #connuestrosderechosnosejuega
¿Puede ser el día de San Valentín un día de dolor?. En muchas ocasiones no es un día de celebración, sino un día de recuerdos negros, de dolor interno, de sentimientos encontrados.....
Es posible que al escuchar "feliz día de San Valetín" o "feliz día de los enamorados", algunas mujeres sientan de nuevo la violencia que se ejerce sobre ellas. Sé feliz, disfruta de este y del resto de los días del amor, pero hay quien no puede hacerlo porque la violencia sobre las mujeres continúa, a pesar de todo.
Es posible que al escuchar "feliz día de San Valetín" o "feliz día de los enamorados", algunas mujeres sientan de nuevo la violencia que se ejerce sobre ellas. Sé feliz, disfruta de este y del resto de los días del amor, pero hay quien no puede hacerlo porque la violencia sobre las mujeres continúa, a pesar de todo.
Este vídeo es un trabajo realizado en septiembre de 2012 y desde entonces lo han visto más de un millón de personas. Espero que como a mi te llame la atención y decidas terminar este día de felicidad para much@s ayudando a compartirlo para que llegue a todos los rincones.
Advertencia: "Este vídeo contiene descripciones gráficas de violencia doméstica que pueden dañar la sensibilidad de tus ojos o tu corazón".
* Una película de Eve Ensler y Tony Stroebel.
Feliz San Valentín 2014
Alfonsina, es el nombre que todos recordamos. Unido al mar en la letra de la canción de Mercedes Sosa nos llena de recuerdos y de esa preciosa música escrita por Ariel Ramírez y Félix Luna que siguen dando la vuelta al mundo. Allfonsina Storni es una de las leyendas de la literatura hispanoamericana que con más fuerza se recuerdan.
Lo que ahora al cabo del tiempo he venido a aprender, es que se suicidó arrastrada por el dolor del que algunas veces he dado en llamar "el hijo de puta del cáncer".
Lo que ahora al cabo del tiempo he venido a aprender, es que se suicidó arrastrada por el dolor del que algunas veces he dado en llamar "el hijo de puta del cáncer".
A las cartas anteriores, "El Miedo" y "La Muerte vive aquí", escritas por Manuel y difundidas en este blog, me gustaría añadir la presente, que aunque anclada en la poesía de Alfonsina, sirve también como llamada de atención y me resulta una historia romántica que espero que tantos años después y ayudados por la investigación, los fármacos y los adelantos médicos, nos acompañen en la lucha contra el Cáncer. Por eso os dejo esta pequeña reseña a la historia de esta mujer y después su poema, esta es mi siguiente carta contra el cáncer:
ALFONSINA Y EL MAR (carta contra el Cáncer III)
Siempre le gustó bañarse en el mar y ser acariciada por las olas. Un día, cuando se bañaba, una fuerte y alta ola le pegó en el pecho a Alfonsina. Sintió un dolor agudo y muy fuerte perdiendo el conocimiento. Sus amigos la ayudaron y llevaron hasta la playa. Cuando recobró el conocimiento descubrió un bulto en el pecho que hasta el momento no se notaba pero en esa oportunidad se podía tocar con la mano. Al regresar a la capital como casi todo el mundo, ya sea por miedo o por ingenuidad, le quiso restar importancia al hecho, pero la verdad se impuso y debió buscar el apoyo de sus amigos. Ellos, que al principio trataban de restarle importancia, terminaron por aconsejarla acudir a un médico.
Su amiga Blanca nos contó que Alfonsina la había llevado hasta su dormitorio y se había descubierto el pecho para que tocase la dureza. Conocida la gravedad, Alfonsina solo comentó que su estado era grave y que su hijo era muy joven como para enfrentar la situación. Todo transcurrió con rapidez y algún tiempo después fue operada del cáncer de mama que la consumía, grandes cicatrices físicas y emocionales ocuparon el espacio.
En un primer momento se quiso rodear de amigos y amigas, disimular su situación, deseaba vivir y no aceptaba las limitaciones físicas. Puso pegas a su propio tratamiento cuando la química en la sangre la dejaba sin fuerzas, de tal modo que aún se volvió más vulnerable a la enfermedad y a sus propias manías, hasta llegar al extremo de no dejar que su hijo la besara o a ordenarle que se lavara las manos con alcohol después de acercarse a él, no fuera a ser que la maldita enfermedad se le contagiase.
Los médicos ciertamente la mareaban. Varios pronósticos buenos y malos y desde luego algunos para nada certeros. Después de la operación manifestaron dejar limpio su cuerpo y sin embargo las ramificaciones habían infectado ya gran parte de su cuerpo. Dos días antes de su fallecimiento el quirólogo que la trató solicitó que su dictamen no fuera revelado. Alfonsina y el periodista que lo había conocido, consintieron.
La poesía fue su aliada. El reloj y la escritura se confundían con el día y la noche para darle el sosiego necesario para dejarnos una buena parte de sus poemas. Alfonsina decidió entonces viajar a Mar de Plata, sabía que estaba escribiendo sus últimas letras y confesó a alguna de sus amigas que el suicidio se paseaba por su cabeza.
Alfonsina escribió muchas cartas a su hijo en las que parecía haber cambiado de opinión y luchaba contra la decisión de quitarse la vida. Hacia la una de la madrugada del martes 25 de octubre de 1938 Alfonsina abandonó la habitación y se marchó a la playa de la Perla. Al día siguiente el periódico "la Nación" publicó su poema de despedida "Voy a dormir", que termina con un misterio poético que hasta el momento nadie ha sabido desvelar y que yo también intento resolver.
Dice:
le dices que no insista, que he salido..."
"Alfonsina y el mar", la canción de Mercedes Sosa habla de una mujer que sufre el dolor consecuencia del cáncer y que decide marcharse “vestida de mar”. La historia, el romanticismo, sus poemas y el mito han establecido que Alfonsina sea recordada mientras camina aguas adentro hasta ahogarse, víctima de una depresión amorosa.
Un artículo de Guzmán Urrero Peña desde un artículo aclara el asunto. La depresión de Alfonsina sí era real, pero su motivo era el cáncer que tres años antes le había arrebatado un seno durante una operación quirúrgica. Y su muerte en el mar también fue real pero, en lugar de caminar aguas adentro, Alfonsina se lanzó desde el espigón en la costa de la playa La Perla, en Mar del Plata, y su cuerpo fue hallado a la mañana siguiente por dos obreros que pasaban. Una estatua en ese lugar permanece en recuerdo de Alfonsina.
Quizá quieras el punto de vista romántico o prefieras el periodístico. Con cualquiera de ellos una vez leídos, para mi el detonante no es otro que la herida de muerte que el hijo de puta del cáncer deja en el cuerpo y la mente de la mujer. Alfonsina se suicidó arrastrada por la impotencia ente el dolor producido por el cáncer y la imposibilidad de sobrevivir a él. Un dolor que espero y deseo que ahora, más de setenta años después esté mitigado y controlado, el primero por la investigación y el segundo por el cariño, el amor y la solidaridad.
El cáncer no solo ataca a los enfermos, también a quienes les queremos y como quizá Alfonsina quiso decir, lo repito para todos: " si él llama nuevamente le dices que no insista, que hemos salido ".
Voy a dormir
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides... Gracias.
Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
La canción «Alfonsina y el mar» es una zamba compuesta por el pianista argentino Ariel Ramírez y el escritor Félix Luna y fue por primera vez publicada en el disco de la cantante Mercedes Sosa que se titulaba Mujeres argentinas en el año 1969.
Siempre me gustó, desde hace años cada vez que la escucho en la voz de Mercedes algo me atrae en ella, pero es ahora cuando de nuevo la dejo en mi blog por el mensaje que encierra.
La canción es un homenaje a la poetisa argentina Alfonsina Storni, que hoy acabo de conocer que se suicidó en 1938 en Mar del Plata, posiblemente saltando al mar desde una escollera, aunque en la canción dice que se internó lentamente en el agua. Pero no es esta la razón para traer la canción aquí, el motivo de compartir la letra y la música con vosotros es la intención de no olvidar nunca el dolor. Ese dolor que como Alfonsina sintieron tantos enfermos de cáncer y que fue la razón fundamental de que ella se marchara y dijera adiós en silencio y sufriendo.
Algo simple, una sola petición. Liberar desde aquí el deseo de que nunca nadie deba soportar el dolor de esta maldita enfermedad y mucho menos desde la soledad. La solidaridad, el cariño, el amor, el trabajo y la investigación unidos para acabar con este maldito hijo de puta del cáncer. El dolor del cáncer nunca más.
Puedes escuchar la canción y leer su letra. Así entenderás.
Por la blanda arena que lame el mar
su pequeña huella no vuelve más
un sendero solo de pena y silencio llegó
hasta el agua profunda
un sendero solo de penas mudas llegó
hasta la espuma.
Sabe dios qué angustia te acompañó
qué dolores viejos calló tu voz
para recostarte arrullada en el canto
de las caracolas marinas
la canción que canta
en el fondo oscuro del mar
la caracola.
Te vas alfonsina con tu soledad
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?
una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma
y la está llevando y te vas hacia allá
como en sueños dormida,
alfonsina vestida de mar.
Cinco sirenitas te llevarán
por caminos de algas y de coral
y fosforescentes caballos marinos harán
una ronda a tu lado
y los habitantes del agua van a jugar
pronto a tu lado.
Bájame la lámpara un poco más
déjame que duerma nodriza, en paz
y si llama él no le digas nunca que estoy
di que me he ido.
Te vas alfonsina con tu soledad
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?
una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando
y te vas hacia allá como en sueños dormida,
alfonsina vestida de mar.
Alfonsina y el mar.
(Mercedes Sosa)
.
.
Hace unos días el gobierno del PP anunció su intención de reformar la actual Ley Orgánica 2/2010 de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, lo que en lenguaje de calle llamamos la Ley del Aborto. Es posible que como muchos españoles, les votaras en las últimas elecciones. Es incluso posible que estés de acuerdo con algunas de las decisiones que como gobierno han tomado desde entonces, hasta que veas bien algún que otro recorte, ¿pero esto?, esto ya, como vulgarmente se dice, pasa de castaño oscuro.
El gobierno del PP quiere modificar algo que estaba plenamente asumido por la sociedad y que con las modificaciones que plantea están suponiendo un motivo de enorme conflicto social, un ataque a la democracia, una lucha contra todos y todas para modificar la ley del aborto y cercenar los derechos reconocidos a las mujeres. Es posible que les votaras en las últimas elecciones, si eso hiciste debes saber que les pudiste votar, te dejaron decidir para elegirles pero no te dejaran decidir sobre tu propia vida, no te dejarán elegir si deseas abortar. De nuevo nos toca luchar por un #AbortoLegal.
No soy mujer, pero creo que esta modificación legislativa no solo les hace daño a ellas. Yo diría que nos hace daño a todos y todas, también al hombre. Se ha desatado un debate, una lucha en la que la mujer defiende su derecho a decidir sobre su cuerpo, una cuestión que debería ser indiscutible. Y yo me pregunto, ¿que ocurriría si al hombre nos recortaran algún derecho similar?. Aún hay quien no entiende que esta reforma nos afecta a mujeres y hombres. Si pisotean los derechos de la mujer, están pisoteando nuestros derechos, nuestras decisiones, nuestras conquistas sociales y democráticas...., las de todas y todos.
Si este rancio gobierno, con su cínico presidente a la cabeza aprueban la modificación, las mujeres volverán a sentir el horror que creíamos abandonado hace muchos años, pero debes también saber que tus derechos como hombre, como padre, se verán también atacados. Quizá tuviste un desliz, no querías dejar embarazada a tu compañera, no lo decidisteis, fue solo sexo, un precioso momento..... pero tendrás que apechugar como antiguamente se decía, tendréis un hijo, tu y tu pareja, porque así lo decide el gobierno.
Dará igual que estés en desempleo, que aún no tengáis vuestro piso propio, que seáis novios o compañeros, da igual, lo dice el gobierno y punto.
Estáis pasándolo mal, os sentís destrozados, no sabéis como abordar la situación, sois mayores de edad, tu pareja se siente mal, esta deprimida, incluso puede que esté en peligro a causa del embarazo. A correr, a buscar dos médicos, distintos, que te hagan sendos informes y que no tengan que ver con la clínica que donde iréis de ser aprobada vuestra petición.
Prepara dinero y tiempo, médicos, listas de espera, un mínimo de tres consultas, dos médicos que firmen a favor, responder a preguntas de unos y otros. Eso sí, suponiendo que no llegues a la consulta y el personal te diga que está en contra del aborto y no te atienden por creencias religiosas o cuestiones similares.
El día en que entre en vigor esta modificación legal planteada por el PP, también los hombres perderemos derechos, no te quepa duda. Ya nos podemos olvidar de planificar nuestro futuro en pareja, de decidir más o menos cuando tendremos los críos, de esperar hasta estar asentados económicamente.... La paternidad dejará de ser una opción, una posibilidad, para ser una obligación decidida por el gobierno.
Joder, ¿no te parece indigno el retroceso?. Tu pareja solo abortará si el feto sufre anomalías incompatibles con la vida y por supuesto que estén plenamente diagnosticadas y además si la muerte del feto o del nacido es previsible que se produzca en el periodo neonatal. Además, todo esto se debe solucionar antes de la semana veintidós de gestación, después de ese tiempo el gobierno lo sentirá mucho, pero no podréis hacer nada, ni tu pareja ni tu. Los derechos del no nacido, aunque tenga malformaciones que impidan que lleve una vida digna y que destroce las vuestras, estarán por encima de los vuestros, por decisión del gobierno del PP.
Hasta aquí como pareja. Ahora viene cuando modifican la situación legal para abortar en caso de violación. Solo será legal si la violación ha sido denunciada y durante las primeras doce semanas de la gestación. Esto es intolerable y penalmente discutible. El gobierno legislará para que una mujer cargue con la culpa y la responsabilidad de un embarazo como consecuencia de una violación. Si no denuncia por el motivo que sea, coacciones, amenazas, miedos, acoso, violación en el ámbito familiar, prostitución... será problema suyo. El gobierno decide y la vida de la mujer rota por imperativo legal.
En definitiva y sin enrollarme más, el gobierno del PP nos devuelve a una situación social en la que las mujeres perderán su derechos para decidir sobre su cuerpo, sobre su embarazo y nosotros como pareja, como corresponsables, tampoco podremos opinar, se acabó la planificación familiar. Solo nos quedan los anticonceptivos o el dinero suficiente para viajar, acompañar a nuestra pareja y llevarnos el mal trago fuera de casa, en manos de otros, porque en nuestro país nos niegan el derecho.
La mujer es, bajo mi punto de vista y a las pruebas me remito, infinitamente más responsable que quien nos gobierna y con una total capacidad para decidir sobre su propio cuerpo y su embarazo. Yo como hombre desde aquí mostrar mi indignación con las posibles modificaciones y mi apoyo absoluto a las movilizaciones que en defensa de los derechos de la mujer se están sucediendo.
Os dejo dos textos haciendo eco de diferentes manifiestos en defensa del derecho al aborto que desde luego comparto. Porque "Vosotras decidís" y además, espero para el uno de febrero poderme subir al "Tren de la libertad". Mientras, podemos firmar contra la reforma de Gallardón y el PP aquí: #AbortoLegal
NOSOTRAS DECIDIMOS
PORQUE YO DECIDO.
Porque yo decido desde la autonomía moral, que es la base de la dignidad de una persona, no acepto imposición, o prohibición alguna en lo que concierne a mis derechos sexuales y reproductivos y, por lo tanto, a mi plena realización como persona. Como ser humano autónomo me niego a ser sometida a tratos degradantes, injerencias arbitrarias y tutelas coactivas en mi decisión de ser o no ser madre.
Porque soy libre invoco la libertad de conciencia como el bien supremo sobre el que fundamentar mis elecciones. Considero cínicos a quienes apelan a la libertad para restringirla y malévolos a quienes no importándoles el sufrimiento causado quieren imponer a todos sus principios de vida basados en inspiraciones divinas. Como ser humano libre me niego a aceptar una maternidad forzada y un régimen de tutela que condena a las mujeres a la “minoría de edad sexual y reproductiva”.
Porque vivo en democracia y soy demócrata acepto las reglas de juego que deslindan derechos de pecados y ley de religión. Ninguna mayoría política nacida de las urnas, por muy absoluta que sea, está legitimada para convertir los derechos en delitos y obligarnos a seguir principios religiosos mediante sanción penal. Como ciudadana exijo a los que nos gobiernan que no transformen el poder democrático, salvaguarda de la pluralidad, en despotismo.
Porque yo decido, soy libre y vivo en democracia exijo del gobierno, de cualquier gobierno, que promulguen leyes que favorezcan la autonomía moral, preserven la libertad de conciencia y garanticen la pluralidad y diversidad de intereses.
Porque yo decido, soy libre y vivo en democracia exijo que se mantenga la actual Ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo por favorecer la autonomía moral, preservar la libertad de conciencia y garantizar la pluralidad de intereses de todas las mujeres.
EL TREN DE LA LIBERTAD:
MIRA TU FUTURO
Mira tu futuro. Hay en él una mujer con un embarazo no deseado. Quiere abortar, pero la ley castiga con tres años de prisión e inhabilitación al personal sanitario que realice una IVE. En España el aborto está, en la práctica, prohibido, y las clínicas para la interrupción voluntaria del embarazo han cerrado hace meses.
Has oído hablar de organizaciones sociales que, por convencimiento, clandestinamente, ayudan a las mujeres. Ella ha llamado al teléfono que tú le has conseguido. Pide una cita por teléfono a una voz desconocida, adelantando el motivo por el que llama. La voz desconocida resulta ser una mujer amable, un poco mayor, que le recomienda viajar al extranjero. Hacerlo en España no es seguro.
Tú aún no lo sabes, pero ella ha conseguido ya la dirección de alguien que puede practicarle el aborto en su ciudad, y no es caro. Quisieras decirle que no se someta a prácticas inseguras, pero, intuyendo tu opinión, no te ha dicho nada. Ella tiene miedo. Los días pasan y está cada vez más nerviosa. Tiene que decidir ya adonde va a ir.
Búscate en ese futuro. ¿Quién eres? Puede que seas la persona que la acompaña hasta la interrupción del embarazo. Has vivido su angustia y también tú has tenido miedo. ¿O eres la voz desconocida, que atendió su llamada desinteresadamente? Tal vez seas personal del servicio de salud y has tenido que negarle tu ayuda, aunque eso te repugna. ¿Eres su pareja? ¿Es ella tu hija? Tal vez seas la mujer que quiere decidir su futuro.
Podemos escribir esta u otras historias parecidas porque las hemos vivido muchas veces, durante la dictadura y hasta la despenalización parcial del aborto, en 1985. La verdadera capacidad de decidir de las mujeres y la seguridad jurídica para los y las profesionales no se lograron hasta el año 2010, con la aprobación de la ley de plazos.
Esta ley, la Ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, será derogada en pocos meses, si no conseguimos parar la decisión del Gobierno del PP. El futuro será, entonces, la repetición de un pasado que no esperábamos volver a vivir.
Por eso, vamos a aprovechar el presente, haciendo todo lo necesario para conseguir la retirada de la ley de reforma del aborto. No vamos a perder el tiempo porque, en solo unos meses, las mujeres perderemos el control de nuestra vida. Y algunas, como la protagonista de esta historia, pondrán en riesgo su vida y su salud, por evitarlo.
Vamos a actuar ya, y te pedimos que actúes, para no tener que buscarnos en ese futuro que no nos gusta, para no volver a vivir historias ya vividas. Para evitar el miedo, la injusticia y el abandono por las instituciones de las mujeres que tienen un embarazo no deseado y quieren abortar.
El día 31 de enero, a las dos, vamos a llenar un tren. El tren de la libertad saldrá ese día de Gijón, con todas las personas dispuestas a decirle NO a Gallardón. Y eso solo será el principio. Otros trenes en otros lugares de España se están organizando ya, llenos de ciudadanas y ciudadanos dignos. Mucho más dignos que nuestro Gobierno. Vamos a conseguir, con todo el esfuerzo que sea preciso, la retirada de la ley.
SÚMATE AL TREN DE LA LIBERTAD PARA CAMBIAR EL FUTURO.
JUNTAS PODEMOS. #AbortoLegal
Comienza un nuevo fin de semana y en este invierno, como en muchos otros, el frío de la calle hace que nos quedemos en casa disfrutando de un ambiente más acogedor. Como en otras ocasiones, os dejo un relato de ccooweb para pasar un rato y leer algo que creo merece la pena.
Un relato que rezuma realidad y nostalgia, la de muchos españoles, muchas mujeres que abandonaron sus pueblos de origen en busca de la supervivencia, dejando atrás el amor e incluso su propia vida. Os dejo el relato "María Soledad" de Regino Ferreiros.
MARÍA SOLEDAD (I) - Regino Ferreiros
Llevaba más de quince minutos sentada en el banco de la marquesina en la parada del 118. Tenía la rebeca echada sobre los hombros, permanecía con las piernas muy juntas, el bolso apoyado sobre ellas y fuertemente sujeto por la mano izquierda. Mientras tanto, la mano derecha, sobre el escote, buscaba distraidamente tocar con los dedos el relieve de la medalla bajo la tela de la camisa, en sus facciones no se reflejaba más que cierta tristeza estructural, no miraba nada ni a nadie en concreto, manteniendo la mirada errante entre la nada.
Eran más de las siete de un domingo por la tarde y la dichosa camioneta no llegaba nunca. María tenía sesenta y nueve años y era viuda desde hacía tres.
Desde hace años, cuando las manos no estaban ocupadas en otra cosa, tenía la costumbre de jugar con la medalla de la Virgen del Carmen, esa medalla de oro era el regalo más valioso y más querido que Emilio la había hecho nunca. La había tocado tanto que podría reconocerla por el tacto entre los cientos de miles de medallas de la virgen del Carmen que hubiera en el mundo. Cuántos años con ella, colgándole del cuello, sintiéndola sobre su pecho, entonces inconscientemente la sujeta con el dedo pulgar y el corazón mientras con el índice busca el borde y lo pellizca notando un leve chasquido sobre su carne.
La camioneta no viene. Antes, cuando era más joven, llevaba la medalla a la vista y le gustaba cogerla y hacerla correr sobre la cadena mientras sentía el suave sonido que producía, era como una cremallera que al cerrar y abrir le hacía sentir un leve y agradable cosquilleo en la nuca. Ahora con tanto robo prefería llevarla oculta bajo la ropa.
La Virgen del Carmen, de su pueblo, tenía una capilla al lado del altar mayor de la iglesia y era muy milagrera, era la patrona de los marineros. Recordaba como cada festividad el cura en la homilía pedía por los marinos. En aquel pueblo del interior, donde casi nadie había visto el mar, donde lo único que se identificaba con el mar era el olor que traían las nubes cargadas de agua cuando el viento soplaba del oeste, por eso, siempre sospechó que el cura era de algún pueblo con puerto de mar, hijo de marineros y que los días de la Virgen del Carmen, preso de una terrible nostalgia, les hacía pedir por su gente, por eso de vez en cuando subía al campanario y miraba el horizonte llano y curvo, como si el de la misma mar océano se tratase.
Cuántos años hacía que no iba al pueblo?, veinte?, veinticinco?, cuántos años hacia que había muerto su madre?; estuvo en el entierro y después, en alguna fiesta de todos los santos había llevado flores a su tumba, luego nada, no volvió. A Emilio no le gustaba conducir tanto y ella allí no tenía a nadie. Cada vez que había ido se había llevado una decepción, todo estaba cambiado, no reconocía nada ni a nadie, el rastro de su pueblo, el rastro del pueblo que había conocido se había perdido para siempre entre rincones, calles y plazas que ahora a penas le decían nada.
Sin embargo cuantas noches había soñado con él, cuántas veces cuando era una cría, había llorado en su habitación de empleada doméstica, desgarrada por la añoranza. A veces, cuando la agobiante sensación de soledad aferraba su corazón y lo estrujaba entre las manos, anhelaba dormir para soñar, anhelaba volver a recorrer las calles de su pueblo onírico y mágico, sentir el agua fría del río acariciando sus pies, escuchar el rumor de la fuente, sofocarse con las carreras de los juegos infantiles, volver a sentir el suave mareo de la fiesta patronal, bailando en la calle con sus amigas entre los mozos y mozas a la luz del farol y al ritmo de la acordeón de un ciego barbudo y borracho. Recuperar el olor y el sonido de las noches de primavera , esconderse tras el alféizar de la ventana para ver la luz de la luna llena esparciendo sombras inquietantes en el huerto y el gallinero, escuchar el sonido del dormitorio durante las noches, con los leves ronquidos de su padre y los rumores rítmicos de la respiración de sus hermanos rompiendo el silencio, frío y profundo, ella en la oscuridad de aquella habitación familiar, envuelta por la sábana de lino y la manta raída, encontraba el sueño seguro, placentero y reparador que no tenía desde hacía años.
Con un chirrido estridente, el autobús tapió la marquesina llenándolo todo de un olor acre y un sonido rítmico y ronroneante, María, con un sobresalto, se levantó de su asiento y en una carrerita llegó hasta la puerta del autobús, se sujetó fuertemente a la barandilla y con cierto trabajo subió los peldaños metálicos.
- Buenas tardes.
El conductor no contestó. Luego con su brazo derecho se abrazó a la primera barra que encontró y buscó el abono de pensionista que mostró al conductor antes de meter en la ranura del cobrador automático.
-Clin.
El sonido electrónico de la campanilla coincidió con el brusco arranque del autobús, María guardó el abono en el bolso y con paso tambaleante se dirigió hacia el interior del autobús, no llevaba mucha gente, varios jóvenes con aspecto divertido, dos chicas con los cascos puestos, una pareja mayor que de inmediato le hizo pensar en lo bien que podrían estar Emilio y ella si no fuera por el maldito tabaco, dos parejas más y algún que otro viajero solitario de tez oscura y ojos rasgados.
María se sentó sola junto a la ventanilla con el bolso sobre el regazo fuertemente sujeto con ambas manos. Hasta su barrio había un buen trayecto, hacía menos de media hora que había salido de la casa de su hija Carmen, la pequeña de los tres hijos que Dios les había dado. Había pasado el fin de semana cuidando a sus nietos, dos angelitos de 4 y 8 años que prácticamente habían criado ella y su marido, ya se sabe, ahora los matrimonios jóvenes tienen que trabajar mucho para pagar la hipoteca y el coche y el congelador y la secadora y el DVD y el televisor de plasma y las vacaciones y las comuniones de los chicos y quién sabe cuantas cosas mas, y no les queda tiempo de criar a sus hijos, si no hubiera sido por Emilio y ella, su hija hubiera tenido que dejar el trabajo y no podrían haber pagado todas las cosas de las que disfrutaban.
Cuantas veces Emilio y ella habían discutido por aquellas cosas, la verdad es que desde que su marido se jubiló hasta pocos días antes de morir, había paseado, traído y llevado al colegio a sus nietos muchas más veces de lo que había hecho con sus hijos durante toda su vida, a Emilio le agobiaba aquella responsabilidad, discutía con su mujer pero nunca se atrevió a decirle nada a su hija o a su yerno sobre aquella situación que llegaba a mortificarle.
El caso es que a ella le parecía que las cosas últimamente no iban bien en la pareja y habían decidido hacer un viaje para intentar arreglar la situación. Cuando llegaron el domingo por la tarde no tenían mejor cara que cuando se marcharon, pero ella, como pasaba desde hacía tiempo, no se había atrevido a comentar nada con su hija. Se limitó a recoger sus cuatro cosas, darle un beso a sus nietos y salir por la puerta, mientras su hija le reprochaba a su marido no llevarla hasta su casa con el coche y él se justificaba diciendo que estaba bien aparcado y que a la vuelta no iba a tener sitio para dejarlo, que el autobús estaba muy cerca y la dejaba en frente de su casa. Por supuesto ella había dado la razón a su yerno y los había dejado enfrascados en su primera reyerta post viaje de reconciliación.
Los escaparates de las tiendas cerradas pasaban raudos al otro lado de la ventanilla del autobús, la gente paseando, las farolas, los coches aparcados, todo pasaba veloz ante su mirada distraída, convirtiéndose en figuras anónimas, en simples trazos de color en una cinta continua que acariciaba sus sentidos produciéndola una dulce sensación de amodorramiento.
El traqueteo del autobús la transportó en el tiempo hasta otro viaje en el coche de línea que la trajo desde su pueblo hasta Madrid para trabajar como sirvienta en casa de unos parientes lejanos. No era más que una niña, nunca quiso marcharse de su pueblo, ni se había planteado dejar el lugar templado de su infancia, ella no conocía otra cosa diferente, no había pensado que la escasa e inconstante ración de pan y caldo que había en su casa a la hora de comer y que las ropas raídas y mil veces remendadas de ella y sus hermanos pudieran traer consigo más desdicha, y no sabía que el olor acre que desprendían sus cuerpos era el estigma del descuido y la miseria. Nunca había pensado que su madre había sido más bonita que cuando ella la veía, ni que sus padres estaban muy delgados y que aquella sensación recurrente de hambre no era el estado habitual de todas las personas, no pensaba que las cosas malas que les pasaban pedían otros nuevos sacrificios, no sabía que habían tocado fondo, que su familia no podía seguir existiendo, que eran muy pobres y que la supervivencia exigía romper con lo único que les mantenía unidos.
Terminada la primera parte del relato "María Soledad" de Regino Ferreiros, rescatado de la página de ccooweb, que en tantas ocasiones nos ha brindado tan buenos ratos de lectura, os dejo la parte segunda y final de este precioso texto que desde el seudónimo Regino Ferreiros, alguien algún día decidió compartir.
MARÍA SOLEDAD (II) - Regino Ferreiros
Por eso, cuando su madre le dijo que se iba a marchar a Madrid a casa de una prima segunda que a penas conocía, primero pensó en que si se marchaba su madre quién iba a ocuparse de ellos y luego cuando comprendió que quién se marchaba era ella, la niñez se quebró en su interior con un chasquido seco, haciéndola despertar a una realidad fría y dura y nunca más volvió a ser la misma. Pero si solamente tenía diez años, lloró, pataleó y suplicó hasta que con ella lloró su madre que la mantenía sujeta por las muñecas intentando hablarle, calmarla, explicarle que todo iba a ir bien, que iba a ser mejor para ella, que Madrid era muy bonito. Luego calló, se sentó en el banquito al lado del fuego de la cocina y la arrastró a su regazo, meciéndola como si fuera una cría, mientras se aguantaba el llanto con un gemido interno que sonaba como una nana, una triste y desesperada nana, hasta que dejó de llorar. Aquella fue la última vez que su madre la meció y la trató como una niña.
El día que se marchaba, su madre la lavó el pelo, la hizo dos trenzas y después se las recogió en dos moñitos uno a cada lado de la nuca, así parecía algo mas mayor, la puso un vestido que su señora le había mandado desde Madrid y en una cesta de mimbre con un asa, colocaron las cuatro cosas que componían su equipaje. Luego su madre le dio envuelto en un papel de estraza con manchas de grasa un trozo de queso y un pedazo de pan inusualmente grande para lo que estaba acostumbrada en su casa,
- Hija no te lo comas todo de una vez, el viaje es largo hasta Madrid y tendrás que cenar, en la parada estará la Remedios.
Luego se le rompió la voz y los ojos se le llenaron de agua y no pudo seguir hablando, ella no dijo nada, estaba como ausente, en su interior el enfado y el miedo habían dejado paso al estupor, sentada en el coche de línea sujetaba el brazo de su madre como el último punto de amarre a su vida, solamente acertó a decir:
- Madre.
Mientras, ésta se retiraba y le desprendía la mano con que se aferraba a su brazo. Luego el coche arrancó y se dirigió hacia la salida de la plaza del pueblo, ella desde la ventanilla con lágrimas en los ojos miraba a su padre y a su madre cogidos del brazo con la mano en alto en ademán de saludo, intentando esbozar una sonrisa en los labios, y allí se quedaron, clavados sobre el polvo, bajo el luminoso sol de aquella mañana de junio, haciéndose cada vez más pequeños, con su mano en alto mientras el autocar se alejaba hacia la salida de la plaza.
Luego el viaje, el largo y solitario viaje hasta Madrid, las incontables paradas en los pueblos, donde el autocar se iba llenando de chicas mayores de vuelta a Madrid, innumerables despedidas, el olor a comida de los hatillos, el mareo, la nausea, las ganas de orinar, el miedo a salir del autocar en las paradas por si se marchaba y la dejaban abandonada en el medio de lo desconocido, las boinas de los hombres que se acercaban al autocar en cada pueblo y por fin la noche que envolvió en oscuridad los perfiles de una España rural, mísera y gris. Luego las luces de Madrid la produjeron una sensación que no volvió a repetirse hasta que muchos años después Emilio y ella vieron por primera vez el mar desde la playa de Benidorm.
Estaba cerca de su parada, el autobús 118 estaba casi vacío, con dificultad salió de su asiento y presionó el timbre de solicitud de parada. El sol ya se había puesto y la calle tomaba tintes grises, el autobús se detuvo, las puertas se abrieron con el chirriante soplido característico y María buscó ávidamente los peldaños metálicos con la mirada para bajar sin tropezar, sin caer, sin romperse ni perder nada, con cierta premura, temerosa de que el autobús arrancara y la arrastrara prendida de la ropa o del bolso.
En el barrio de María las casas son más pequeñas y están más abigarradas, es un barrio obrero de un pueblo enorme en la periferia de Madrid, los edificios son de ladrillo rojo con terrazas pequeñas y ventanas pequeñas a los que se accede por pequeños portales y estrechas escaleras. La vivienda de María estaba en el cuarto piso y cuando llegó a la puerta tuvo que esperar un momento para recuperar el aliento antes de abrir con la llave. Cuando accedió a su casa y cerró la puerta, sintió la misma sensación de siempre, entrar en su casa era como arroparse en una noche de frío con una manta mojada, los escasos sesenta metros cuadrados del pisito se le hacían enormes y vacíos. En aquella casa había criado a sus tres hijos, en tres pequeños dormitorios, un cuarto de aseo con ducha, un pequeño comedor y una cocina tendedero tipo pasillo. Había pasado su vida protegiendo, cuidando y adorando a los suyos, comprar aquel pisito del ministerio de la vivienda había sido un logro semejante a la llegada del hombre a la luna para Emilio y para ella. Después de incontables años sirviendo a su tía y a sus primos, después de seis años de noviazgo con Emilio, viéndose los domingos por la tarde, haciendo planes en los bancos del Retiro, sofocando el ardor juvenil entre negativas y castas caricias, ahorrando cada peseta y cada céntimo, por fin habían podido casarse con trajes prestados, ágape en “Casa Juanito” y viaje de bodas a la monumental Segovia.
Después de un año viviendo de pensión, su tía les prestó el dinero para la entrada del piso. Aún recuerda el día en que entraron a vivir como uno de los días más felices de su vida, estaba embarazada de Emilín el mayor, todo lo que tenían lo transportaron en una fornicheta de un compañero de trabajo de Emilio. Su ajuar se componía de dos maletas, un colchón de lana, una mesa camilla y cuatro taburetes. Al entrar en el piso las mariposas en el estómago apenas la dejaban respirar, mientras Emilio bajaba a por el colchón, María se fue acercando lentamente hacia la cocina, desde la puerta miró al interior y durante un segundo le pareció ver al lado de la pila el taburete que durante los primeros años en casa de su tía le ponían para que llegara a la pila y pudiera fregar y lavar la ropa. Durante un segundo la pareció ver a una pequeña niña morena, menuda, con ojos vivarachos y pelo lacio frotando el cuello de una camisa con sus pequeñas manos enrojecidas por el agua y el basto jabón de escamas. Sin poderlo remediar, miró sus manos demasiado estropeadas para la edad que tenía y se puso a llorar quedamente, acordándose de aquella pequeña y se juró que nada de lo que ella había tenido que pasar le pasaría a sus hijos, que ella dejaría su vida en el empeño de darles una vida digna. Entre aquellas lágrimas la encontró Emilio y la abrazó tiernamente y la acarició el pelo y la limpió las lágrimas de los ojos con su pañuelo.
María encendió la luz y dejó el bolso encima de la mesa del comedor, desde que murió Emilio apenas pasa a su habitación, ahora duerme en una de las habitaciones pequeñas, cada vez que entra en la alcoba de matrimonio llora y no puede dejar de mirar a un muchacho con el pelo rizado y un fino bigotito encima del labio, que desde un retrato en la pared la sonríe y parece llamarla con los ojos. Siempre termina cerrando la puerta y recordando como los mozos de la funerario se llevaron el cuerpo de Emilio metido en un saco brillante con asas para poder sacarlo por la estrecha escalera llena de vueltas y revueltas y poder depositarlo en el portalito dentro de su caja.
María come algo sentada delante del televisor, siempre programas de cotilleo, con gente guapa y rica que para ella son de otro planeta, del planeta dorado donde el pan y el vino crecen en los árboles y nadie pasa frío ni tiene que trabajar, del planeta donde están los Dioses, del planeta al que nunca tuvo acceso porque desde el lugar donde le toco nacer nunca pudo ver donde se hallaba el umbral de la puerta. Ahora los ve a través de la ventana de la televisión y durante un rato se olvida de las “tonterías” que piensa, después se duerme y cuando llegan los anuncios se despierta, apaga la televisión le da dos vueltas a la llave de la puerta, apaga el calentador del agua, cierra la bombona de butano y se va a la cama, quizá esta noche vuelva a soñar con su pueblo, el auténtico, el de María o a lo mejor sueña con Emilio o quizá con el mundo dorado o quizá se desvele y sus fantasmas la tengan despierta durante toda la noche hasta que la luz del nuevo día claree tras el cristal de la ventana en un nuevo día de la vida de María.
"Querida compañera muerta: Un hombre acabó con tu vida y tal vez te extrañe que otro grupo de hombres nos dirijamos a ti que ya no puedes leernos. Por favor, permítenos unos minutos para explicártelo.
No todos los hombres somos, ni queremos ser, unos cobardes que insultan, desprecian y llegan a matar a sus compañeras porque tienen miedo de enfrentarse a la vida exterior y a desarrollarse como personas, estableciendo lazos y relaciones fuertes con los demás. Ya sabemos que el hombre que te cayó encima probablemente juraría que te quería mucho, pero a la vez era incapaz de apoyar tu desarrollo como ser humano, no toleraba que salieras con tus amigas, ni menos que quisieras formarte e incorporarte al mundo laboral y tendría celos incluso de la relación con tu familia.
Tenía miedo a la vida y tú, por ser mujer dadora de vida, eras la demostración viviente de su fracaso. Y lo intuía y como era incapaz de enfrentarse a su propia muerte, eligió lo fácil y criminal: darte muerte a ti.
Tenía miedo a la vida y tú, por ser mujer dadora de vida, eras la demostración viviente de su fracaso. Y lo intuía y como era incapaz de enfrentarse a su propia muerte, eligió lo fácil y criminal: darte muerte a ti.
Por desgracia no es un caso aislado, como tampoco lo ha sido tu muerte. Nacemos en una cultura machista, patriarcal dicen los estudiosos, que desde pequeños nos crea falsos valores. Nos inculca que como hombres somos superiores y por consiguiente tenemos derecho a mandar sobre vosotras e imponeos nuestra voluntad; también dice que no debemos mostrar nuestros sentimientos (¡los hombres no lloran!) que hacerlo nos hace débiles y vulnerables y tantos otros valores que acaban separándonos en dos estereotipos que desempeñan diferentes papeles en nuestra sociedad. Incluso cuando ejercemos la misma profesión con sueldos y autoridad diferentes. Por supuesto vosotras, siempre, más abajo.
Y nadie estamos libre de culpa. Hombres y mujeres, en un momento u otro, hemos contribuido a mantener esos valores: trasmitiéndolos, consciente o inconscientemente a nuestros hijos e hijas... Pero también lo hacemos cuando en nuestra vida diaria callamos ante actos de humillación a las mujeres, en el trabajo, en el autobús, en la calle, en nuestra casa, cuando oímos los gritos o los golpes en la de al lado y nos decimos para disimular nuestra cobardía: "Es una pelea doméstica, es cosa de ellos".
No. La violencia contra la mujer no es un asunto privado, es algo que está destrozando nuestra sociedad y contra la que todos y todas debemos luchar tanto en nuestro entorno familiar como en el laboral y ciudadano. Cada vez que callamos, que miramos para otro lado, que no intervenimos, estamos siendo cómplices y, por tanto, culpables.
En esta legislatura se ha dado un gran avance con varias leyes sociales por la igualdad y contra la violencia de género. Pero las leyes no resuelven los problemas cuando se publican en el Boletín Oficial del Estado sino cuando los ciudadanos de a pie las incorporamos a nuestras conductas diarias. Alguien dijo hace mucho que la mejor Ley es aquella que los jueces no tienen que aplicar porque forma parte de nuestra vida cotidiana.
Puede que nos falte mucho, tal vez una generación, para que esto suceda en España con la nueva Ley contra la Violencia de Género. Muchos están dispuestos a matar, como bien sabes tú en carne propia, por no perder unos privilegios que creen tener por derecho natural aunque la ley civil ya no se los reconozca.
Por eso, aunque no puedas leerla, te enviamos esta carta. Porque queremos hacerte público nuestro reconocimiento por haberte enfrentado a tu maltratador, por haber luchado por tus derechos y, a la vez, por los de todas las mujeres. Porque lo tuyo no era un asunto doméstico sino público.
Queremos también reconocer nuestro fracaso social y nuestra culpa personal porque te dejamos sola y ello favoreció tu muerte. Por ello te pedimos perdón por haberte fallado compañera en esta revolución social que algunos se empeñan en que sea cruenta.
Pero además queremos actuar y que esto cambie cuanto antes. Por eso, los hombres también nos estamos uniendo, para dar la cara y decir a los maltratadores que en el fondo y en la forma son unos cobardes; para promover acciones colectivas de formación, empezando por nosotros mismos, para ayudar a crear ese nuevo estilo de actuación ciudadana que considera público todo acto de violencia de genero se de en el hogar, en el trabajo, en la calle o donde sea y que por tanto nos exige a todos y todas intervenir y pararlo.
Para exigir a nuestros representantes públicos que den también ejemplo de que creen y apuestan por la igualdad y pongan los medios necesarios para cambiar esta cultura machista que nos impregna a todos y todas.
Para exigir a nuestros representantes públicos que den también ejemplo de que creen y apuestan por la igualdad y pongan los medios necesarios para cambiar esta cultura machista que nos impregna a todos y todas.
Porque creemos que otra sociedad más justa, más feliz y con más porvenir para todos y todas es posible. Y en ella compañeras, vosotras ganaréis mucho pero también lo haremos nosotros, en capacidad de poder expresar nuestros sentimientos, en el reconocimiento de nuestra paternidad, en desterrar esa homofobia que nos coarta hasta en las relaciones de compañerismo, etc.
Porque todos podemos crecer como personas queremos ser más solidarios y enfrentarnos a la violencia de género en todo lugar y momento. Porque somos hombres que ya no nos callamos y no tenemos miedo o lo superamos como tú también hiciste, compañera".
Porque todos podemos crecer como personas queremos ser más solidarios y enfrentarnos a la violencia de género en todo lugar y momento. Porque somos hombres que ya no nos callamos y no tenemos miedo o lo superamos como tú también hiciste, compañera".
(Carta escrita por el Pte de la Asociación Hombres por la Igualdad en Aragón, José María Galdo Gracia)
Otros enlaces: Si tocan a una, nos tocan a todas
Nunca mejor dicho. Esta muchacha tiene un cuerpo escultural. Algo más que un cuerpo bonito y poca ropa, algo que nos llama la atención y despierta nuestros deseos. Yo diría que además de un precioso cuerpo, esta joven goza también de una belleza sobrenatural. Lleva mostrando su arte, su cuerpo y su sensualidad de mármol desde hace algo menos de cuatrocientos años.
Tal presencia, el esplendor de un cuerpo joven con un enorme dinamismo, tanto físico como dramático no pasa desapercibido ante la mirada del dios, que hunde sus poderosos dedos sobre la sensual carne de Proserpina. El dios Platón sucumbe al deseo y rompe la barrera entre la sensualidad y la sexualidad. Los mortales nadamos entre la tierna sensualidad y el sexo duro.
Está claro que es un rapto, la imagen lo dice. El poderoso dios supuso que raptando a la preciosa joven conseguiría la gracia de una mujer amante, algo parecido a la luz y a la alegría de la que carecía en el aberno. Conquistaría la primavera entraría en los profundos abismos para disipar la melancolía.
Gian Lorenzo Bernini en 1621 realizó esta escultura, "El rapto de Proserpina" y algunos dicen de su obra que este hombre debió poco menos que hablar con dios para poder alcanzar tal sensibilidad y ternura, una imagen cercana a la perfección que juega con nuestra imaginación, ¿mármol o carne?, ¿tierna sensualidad o sexo duro?
Hay una enorme diferencia entre ser sexual y ser sensual. Diría que lo segundo es una actitud natural que se nota y se transmite en diferentes circunstancias, una actitud que provoca, no provocadora y que se nos antoja ser deseable. Ser sexy despierta claramente el deseo carnal, ser sensual despierta los sentidos.
La imagen de Prospertina es claramente sensual y la hace deseable. El juego con las imágenes, la luz y las sombras, el punto de vista, las fotografías de las manos de Plutón y sus dedos clavados en los muslos de la joven adquieren en nuestro pensamiento un destino nuevo hacia el sexo.
El juego de palabras remata esta cuestión para dar el título a este post: ¿sensualidad o sexualidad?, ¿mármol o carne?, ¿escultura o sexo duro?. Está claro que sensualidad y sexo duro, de mármol.
Dioses y ninfas, héroes y mortales, romanos y griegos contaron multitud de historias y escribieron el porqué del funcionamiento de este mundo desde su punto de vista, consecuencia de los juegos y los actos de los dioses. El rapto de Proserpina dicen que tuvo como consecuencia las estaciones y especialmente la primavera.
La curiosidad, las fotografías y el texto espero que os lleven como a mi a disfrutar y gozar de esa fina línea entre la sensualidad y el sexo de la mano de una joven de mármol que tiene casi cuatrocientos años.
Plutón supuso que raptando a la ninfa, conseguiría la gracia de una mujer amante, alcanzaría sus besos. Posiblemente pretendía algo parecido a alcanzar la luz y a la alegría de la primavera y llevarla a los profundos abismos para disipar su melancolía. Parece que no se puso a pensar en las consecuencias que podría traer con ello. Los historia romana lo cuenta así:
EL RAPTO DE PROSERPINA
Hades, al que los romanos llamaron más tarde Plutón, era el dios del reino de los muertos, de las obscuras cavernas del Tártaro. Vivía allí solo, en compañía de las almas de los difuntos, y su soledad lo entristecía. Por ello, un buen día, decidió tomar esposa y escogió como futura compañera a una ninfa bellísima llamada Proserpina.
Una hermosa mañana, la ninfa estaba cogiendo flores en las verdes praderas de Sicilia, y en determinado momento, cuando se hallaba algo alejada de sus hermanas, vio temblar la Tierra, y un abismo espantoso se abrió ante ella de pronto. Del abismo, surgió un carro negro arrastrado por caballos también negros, con los ojos llameantes. Sobre el carro estaba Hades, que se apoderó de la bella ninfa y volvió con ella a su obscuro reino. Sin embargo, antes de que la Tierra se cerrara sobre ella, Proserpina pudo lanzar un grito agudísimo.
El grito fue oído por Deméter, la madre de la ninfa, en las altas cumbres del Olimpo. Angustiada bajó en seguida a la Tierra y se puso a buscar a su hija durante nueve días y nueve noches, sin tomar un instante de reposo. Preguntaba a los hombres si habían visto a la bella Proserpina; pero nadie sabía nada, y la doncella no aparecía por ninguna parte.
Abatida, desalentada, perdidas las esperanzas, la pobre madre se dejó caer una tarde sobre la hierba de un prado y estalló en sollozos. la Tierra no dará más frutos y las mieses se secarán en los campos mientras no me sea devuelta Proserpina. Lo juro.
En efecto, después de aquel tremendo juramento, la Tierra se volvió árida, las flores se marchitaron, los árboles perdieron sus hojas y las mieses quedaron secas; los campos ya no produjeron nada y los hombres morían de hambre. Al ver aquel desastre, Zeus envió a Mercurio, su mensajero, para tratar con Hades.
-Devolveré Proserpina a su madre durante los dos tercios del año, para que el otro tercio lo pase conmigo -dijo el dios.
Así, cada vez que Proserpina está con Hades, la tierra se viste de luto y no produce nada. Después, en primavera, cuando la bella ninfa vuelve con su madre, la Naturaleza se despierta, las flores aparecen y las mieses maduran en los campos con alegría de los hombres".
"Y VOLVÍ A SONREÍR" en el puente de los enamorados de Leganés
Les vi llegar, como muchos otros, jugando, agarrados de la mano. Se les oía reír. Ya era tarde y las luces del parque acababan de encenderse y abrían la penumbra que el sol dejaba al desaparecer. Se detuvieron en el puente, bajo la luz y entonces dejaron de reír y se miraron, desde lejos parecía que ambos dudaban, que eran conscientes de la importancia del momento y que el paso que iban a dar respondía a la promesa del corazón, ese que latía tan fuerte en su pecho, tanto, que cada uno creía que el otro sería capaz de oírlo.
En silencio fueron arrimando sus rostros, hasta besarse. Un beso largo con un abrazo intimo, desde dentro. Uno de ellos se agachó y colocó algo que no llegaba a ver en la barandilla, después se volvieron ambos hacia el agua y de sus manos que mantenían juntas dejaron caer algo que no pude ver, pero que brilló antes de desaparecer en el agua, un brillo que también percibí en sus ojos cuando de nuevo se miraron.
En ese momento no pude comprender totalmente lo que habían hecho y pensé que seguro era una chiquillada ya que casi de inmediato, después de otro beso, esta vez más corto, salieron corriendo y saltando de nuevo de la mano, girando y bailando, deteniéndose y besándose cada tanto, como locos de amor... hasta desaparecer.
La curiosidad me venció y me llevó al lugar bajo la luz de la farola para intentar aclarar y comprender lo que había visto. Fue entonces cuando vi algunos candados en la barandilla, algunos con varios nombres escritos, otros con mensajes y frases cortas de amor y entonces entendí. Había presenciado desde la distancia, la leyenda de los candados, la promesa que dos chiquillos enamorados habían firmado son su corazón para siempre. Era fácil pensar que aquello que arrojaron al lago era la llave, para que su candado no fuera abierto y su promesa no se rompiera con el tiempo.
Era el lugar, era la leyenda cumplida, el puente de los enamorados, cerca de casa, en Leganés, sin tener que viajar al extranjero, el candado era fácil de conseguir y sabía los pasos que dar.... No me quedó otra que sonreír, jajaja, estaba solo y solo podía besarme a mi mismo o a la luna. jajaja.
Se hacía de noche y el fresco me acompaño a casa con las manos en los bolsillos pensando en comprar un candado, no muy grande, lo suficiente para que se vean las letras que debía pensar bien en poner, pero que no pese demasiado para llevarlo encima, no vaya a ser que la próxima vez que pase por ese puente, esa vez de tu mano, lo que me falte sea el candado.
Jajajaja, y volví a sonreír como un tonto..., como un enamorado...., mientras caminaba de camino a casa pensando en cumplir lo más pronto posible "la leyenda de los candados".
Tanto si te gustó como si no, deja tus comentarios, me ayudará para la próxima vez.
Ah! y no olvides tu candado..... jajaja.