Se cumple poco más de un año del último gran seísmo que azotó Nepal en abril del 2015, un terremoto de 7.8 grados al que siguió días más tarde otro de 7.3. Unas catástrofes que dieron un giro inesperado a las vidas de millones de personas y cuyas cifras conmocionaron al mundo entero: casi 9.000 muertos, más de 22.000 heridos y un millón de casas perdidas que aún en estas fechas siguen esperando a ser levantadas.

En esos días las alarmas se dispararon y el mundo giró su mirada a este país derruido y dañado. Creo que fue en ese momento cuando decidí por diversas circunstancias no olvidarme de ellos y un año después junto con mi compañera de trabajo María y su pareja Dipak me decidí a llevar a cabo esta pequeña locura. Un viaje de 21 días a Nepal.

Uno de los sitios que me ha impresionado, ha sido el distrito de Bakhtapur. A la entrada del barrio, en el recinto de una escuela se observa tras una alambrada el campamento temporal que ya dura demasiado. Lonas, tiendas de campaña, toldos y cobertizos improvisados que aún sirven de cobijo a muchas familias que perdieron sus casas. Cuando accedes a su plaza Durbar el patrimonio universal se desborda y te hace olvidar por un rato la miseria del campamento.


Ha sido un gran viaje, por fuera y por dentro, un proyecto, un reto, una aventura y un sueño. Un año después del terremoto de Nepal, decidí pisar ese país y ver de cerca su recuperación y poder continuar con el proyecto "Nepal, te vamos a ayudar". Tres semanas y tres grandes apuestas, una cultural en Kathmandu, Pokhara y otras ciudades y pueblos, de ocio con el Treking de Ghorepani o la Selva de Chitwan y solidaria con la ayuda a la escuela alojado en una pequeña aldea en las montañas.


Dicen que Nepal, es un país para perderse y otros que lo es para encontrarse, quizá ambos tengan razón. Su cultura, sus costumbres, sus gentes, los colores y olores de un mundo distinto te arropan nada más llegar. El ruido y el caos de sus calles con miles de motocicletas, vehículos y peatones compartiendo la calzada como en una locura rompen cualquier esquema occidental conocido. Cruzar una calle del centro de Kathmandu en hora punta se convierte en una aventura para deportistas y no apta para cardíacos.


Ha sido maravilloso vivir sus costumbres. Un honor ser invitado y fotógrafo de LA BODA por el rito hindú desde donde pude percibir una serie de practicas sociales y religiosas que remontan miles de años a creencias arraigadas profundamente en el tiempo. Europa y Nepal, mujer y hombre se unen en un ritual con ofrenda al fuego sagrado, el canto de mantras y la lectura de textos sagrados que terminan por bendecir la unión de María y Dipak a los que aprovecho para enviar un enorme abrazo y mi agradecimiento.


He disfrutado de su espectacular patrimonio que aún se mantiene en pie.  Patan, Bhaktapur, Pasupatinath, las plazas Durbar, Gerkhu, Pokhara, Baharahi.... Todos ellos símbolos de Nepal mas o menos tocados por el terremoto y en periodo de recuperación. Quizá el mejor símbolo de la lucha por recuperarse, sea la estupa budista de Boudhanathla, donde solo quedó la base y la escalinata, estando prevista para dentro de dos años la finalización de la cúpula en la que ahora trabajan a diario.



He volado sobre un mar de nubes junto al techo del mundo sobre la cordillera del Himalaya y visto, que no alcanzado, el Everest. Una experiencia inolvidable con Mountain flight y la compañía Buddha air. Son muchas las sensaciones y el espectáculo muy recomendable. Desde allí arriba como ya sabes, envié un beso enorme y un "Mensaje y Poema" a las personas que más quiero. He caminado por senderos bajo la tutela de los Annapurna y vuelvo con la mochila bien cargada de sensaciones, de recuerdos, de felicidad, de sonrisas, de vida y de sentimientos.

Este texto es solo un cuento, pero viene al caso. Es el día y hoy comienzo un gran viaje, por fuera y por dentro. Un proyecto, un reto, una aventura y un sueño. Un año después del terremoto de Nepal, quiero pisar ese país, ver de cerca su recuperación y si es posible continuar el proyecto "Nepal, te vamos a ayudar".

Dicen que Nepal, es un país para perderse y otros que lo es para encontrarse. Quizá ambos tengan razón y espero comprobarlo, tener tiempo para conocer su cultura, sus costumbres y sus gentes.

Seguro que disfrutaré con su espectacular patrimonio, el que aún se mantiene en pie y con el privilegio de colaborar con la recuperación de la Escuela y las sonrisas de esos preciosos niños y niñas, gracias a las aportaciones de mis amigos y amigas.

Quiero acercarme al techo del mundo y enviar desde allí arriba un beso enorme a las personas que han formado parte indispensable e importante de mi pasado y ya he perdido. 

Quiero caminar por sus senderos, junto a los Annapurna. Con los recuerdos de la gente que quiero, mis hijos, mi padre y hermano y de ti, de vosotros que formáis parte importante de mi presente y seguro que de mi futuro. 

Deseo cargar la mochila de sensaciones, de recuerdos, de felicidad, de sonrisas, de vida y guardar miles de sentimientos para el regreso. Cultura, turismo, solidaridad, trekking y fotografía. Toda una aventura, un sueño por vivir y como dice el cuento: un plátano maduro que pelar y compartir...., es la vida en el presente.

Cuando este artículo se publique estaré volando hacia Katmandú, a 8.000 km. Una distancia que evitará los abrazos y besos, pero nunca los recuerdos y sentimientos.

Comienzan mis "21 días en Nepal" y tú viajas conmigo.

.

Dentro de solo unos días, el 25 de abril, se cumplirá el aniversario del terremoto de Nepal que acabó con la vida de casi nueve mil personas y donde tres millones perdieron su hogar. Pueblos enteros, edificios históricos y miles de sueños quedaron destrozados o desaparecieron.

Hace solo unos días (20 marzo EFE), en Katmandú se daba sepultura a 33 fallecidos en el terremoto, alguno de ellos extranjeros que nunca fueron reclamados y que no pueden permanecer mas tiempo a la espera de su identificación. Está claro que un año después las heridas siguen abiertas.

Las imágenes de aquello, las fotografías y vídeos permiten recordar y ya forman parte de la historia. En algunos artículos hace casi un año os mostré desde aquí "LA ESCUELA" de una pequeña aldea en el distrito de Nuwakot que sufrió el envite del destino y quedó gravemente dañada.

La aldea de Danda gaun despierta cada día conquistando el futuro y avanzando de manera lenta pero constante en su recuperación. Será por unos días donde con el Sr. Dipak y María repasaré el pasado, compartiremos presente y espero poder colaborar al futuro y alegría de su comunidad. 

El notable espíritu de lucha de los habitantes de Nepal es ahora el protagonista y mi proyecto es retratarlo, viajar, caminar, alimentarme, respirar y vivir lo que ellos viven y si es posible, ayudar a Nepal. 

Quiero ver de cerca las sonrisas de los escolares y sus maestros y maestras. Las aldeas, templos y edificios, el techo del mundo, los Anapurnas y sus senderos en la tierra. Me gustaría empaparme de ese sentimiento solidario que compartió comida y mantas aún encontrándose en la necesidad y ser capaz de transmitirlo en este blog.

Espero ser capaz de contaros esa historia, con palabras cuando las tenga y con fotografías cuando me sea posible. Nepal da cada día una lección de vida de la que deseo participar. Quiero ver el lugar donde un bebé de apenas cuatro meses sobrevivió más de 22 horas entre los escombros de un edificio destrozado en Bhaktapur, en el valle de Katmandú. Sueño con ello.

Os dejo unas sonrisas para disfrutar. Unos fragmentos de vídeo de María durante sus clases de inglés a los pequeños escolares, grabados con anterioridad al terremoto. A mi el inglés me falta, espero que la sonrisa, el ánimo y mi admiración sirvan de idioma común para poder entendernos durante "MI VIAJE A NEPAL".

 Nepal, te vamos a ayudar.

Mañana se cumplirá un mes desde el terremoto que sacudió Nepal el pasado 25 de abril. El país asiático libra ahora una lucha contrarreloj para garantizar la supervivencia de los cientos de miles de damnificados antes de la llegada de los monzones a principios de junio.

Como siempre, sin contar con los deseos o la situación del pueblo de Nepal, llegarán muy pronto las lluvias torrenciales y esto supondrá sin duda un empeoramiento claro de su situación. Hará más difícil sobrevivir y hará más complicado que llegue la ayuda humanitaria.

Hace casi un mes del terremoto que asoló Nepal. El agua y los alimentos escasean y a principios de junio llegarán los monzones y a la falta de techo se unirá la falta de comunicación, las epidemias, la dificultad para mantener la higiene

La zona de Katmandú está totalmente destruida. más de medio millón de viviendas destrozadas y muchas de ellas inservibles. Ya sabes que desde aquí he pedido apoyo para la familia Timsina en el distrito de Nuwakot donde viven y donde se encontraba una escuela ahora desparecida a la que acudían un número importante de escolares en busca de su futuro.

"Nepal, te vamos a ayudar" es el proyecto que inició Maria de forma particular y sobre el que ya hemos comentado en otros artículos. Tanto las ayudas de particulares como es el caso, así como las de ONG´s que trabajan en el lugar, Cruz Roja, Ayuda en acción, Médicos sin fronteras, Save the Children... renuevan esfuerzos e intentan asegurar un refugio y unas condiciones dignas a la comunidad.

Los nepalíes duermen en las calles, en los descampados, al borde de las carreteras para recoger ayuda humanitaria. La ayuda en la emergencia no es suficiente aunque indispensable. Ahora hay que levantar las casas, hay que volver a construir escuelas, tienen que volver a vivir y necesitan la ayuda de tod@s.

Por eso este recuerdo, para que no olvidemos que aún nos necesitan y que deben saber que no les vamos a abandonar. Tardarán años en recuperar la normalidad en sus vidas y seguramente en su memoria quedará marcado para siempre este terremoto.

Es por ellos, que decimos:   "Nepal, te vamos a ayudar".



.

De esta imagen que aquí ves, solo queda un desolador paisaje de barro, escombros y muerte. Las laderas de la montaña han arrastrado y hecho desaparecer el futuro de este país, que solo podrá sobrevivir con la ayuda de todos.

¡Nepal, te vamos a ayudar!.

El terremoto de Nepal ha sepultado pueblos enteros y arrastrado a sus habitantes y turistas. En uno de esos devastados lugares se ha encontrado el cadáver de una joven catalana de 37 años que se ha convertido por ello en la primera víctima española en la catástrofe.

Nepal es famoso por su actividad en senderismo. Quedan por localizar ocho españoles aún y las esperanzas se pierden junto a las de los más de 7.000 muertos y 15.000 heridos de la población nepalí que hasta ahora se han contabilizado por las autoridades del gobierno. Cuatro montañeros asturianos, un aragonés y una mujer cántabra son los españoles desaparecidos en estos momentos.

En una de las fotografías en Nepal que nos deja María aparece su amigo Dipak de la familia para la que solicita ayuda, junto con Mahesh su mejor amigo. El segundo, junto con Singe, otro de sus amigos, están desaparecidos junto con el grupo de asturianos para los que hacían de guías en el parque nacional de Langtang, un valle desparecido bajo el barro en el que las esperanzas de vida de todos ellos se ven cada vez más comprometidas.

María nos cuenta que casi cada día habla con la familia. La desolación y el llanto va ganando espacio en la voz de Irene, la mujer de Mahesh con su hijo Himal de poco más de un año de edad. Un autentico infierno. 

En alguna de las fotografías también se puede ver la cunita de bambú atada con cuerdas a las vigas del techo donde descansaba Kali, la bebé que aparece en las fotos. Ahora todo ha desaparecido.

“Todas las diferencias en este mundo son de grado, y no de clase, porque la unidad es el secreto de todo.”  Swami Vivekananda.

Soy fiel seguidora de que solo el amor mueve el mundo, así lo siento.  

Por fortuna, nos tenemos los unos a los otros, pero desafortunadamente no lo sentimos así, ya que parece  que tiene que llegar una catástrofe para verlo de una manera más clara. 

Si todos en esencia somos iguales, ¿cómo es que hemos degenerado en esos grados que solo provocan indiferencia y sufrimiento los unos por los otros? 

Aun así, sigo creyendo en el ser humano y en la capacidad infinita de hacer el bien que lleva innata.

Para mí son momentos de duelo profundo, tengo a mi gente a miles de kilómetros, pero a la vez tengo a mi alcance aquello que, vía telefónica, me piden de manera urgente porque lo necesitan imperiosamente. Sin embargo, no tengo la vía de hacérselo llegar, porque la burocracia y desorganización es uno de los handicaps habituales en estas situaciones.

No me rindo, sigo hablando con personas y moviendo ficha para hacer todo lo que esté en mi mano. 

Ayer me decía mi mamá nepalí el frío que están pasando todos en la aldea, desde ancianos hasta bebés, duermen al raso, como pueden, para hacer frente a las noches frías y llenas de tristeza. Diariamente hablo con Dipak, y cada día que pasa su voz es más y más triste. 

Él, como  todos los afectados, van saliendo poco a poco del shock y tomando conciencia del desastre que hay a su alrededor, de los seres queridos perdidos, desaparecidos y de todo lo materialmente irrecuperable.  Es muy difícil soportar esa situación.

Nuestros amigos y mejores amigos de Dipak y socios de su empresa de trekking “Chomolungma” siguen si aparecer: Mahesh y Singe, y ya han pasado 10 días desde la desgracia.

¿Cuándo volveré a ver en su rostro esa sonrisa de días atrás?

Aún así es capaz decirme : “pero una parte de mí está contenta, porque he vuelto a nacer”. Lección.

Gracias encarecidamente a todos aquellos que estáis ayudando.

María.

* Vuestras ayudas serán ingresadas en su cuenta bancaria vía transferencia a nombre de Dipak Prasad Timsina. y enviaré el justificante con tu nombre y tu mail a Dipak. Os dejo el número de cuenta donde ingresar el dinero y si lo deseáis, también un cartel para colocar en vuestro centro de trabajo o grupo de amigos.

IBAN: ES43 1465 0100 92 2039537988

MARÍA GONZÁLEZ.-  “AYUDA NEPAL”

Continúo desde aquí siendo altavoz a este grito de auxilio. Haciendo eco de este importante proyecto "NEPAL, te vamos a ayudar". Hace unos días María inició su lucha para intentar llevar a este pueblo un lazo de solidaridad que ate y sujete las vidas y el futuro de estas personas en estos difíciles momentos.

María comparte con todos nosotros algunas de las fotografías que junto a los niños y su familia se hizo en la escuela mientras les daba clases de ingles. Unos felices momentos convertidos con el terremoto en lejanos recuerdos y sentimientos rotos. Es difícil trasladar la realidad y con estas fotos espera que podáis sentir la caricia de las sonrisas de estos escolares ahora convertidas en miedo.
La escuela ha desaparecido.

Una escuela de frágiles muros y débiles techos, que sin embargo encierra un buen montón de sonrisas de agradecidos escolares y de María, su profesora, hace solo unos meses. Ahora todo ha desaparecido con el terremoto, las edificaciones se han derrumbando dejando miles de muertos, heridos, desaparecidos, hambre y frío en las ciudades. Desolación, tristeza y soledad en el medio rural donde aún no ha llegado la ayuda.

Nepal, su pueblo, la familia Timsina, la escuela...., necesitan de nuestras ayudas. Por eso desde aquí te pedimos que si puedes colabores con nosotros con una pequeña aportación y nos ayudes a difundir este proyecto que nos une a tanta distancia: "NEPAL, te vamos a ayudar".

Las aportaciones serán transferidas a nombre de Dipak Prasad Timsina y María enviará el justificante con tu nombre y tu mail a Dipak. Os dejo el número de cuenta donde ingresar el dinero y si lo deseáis, también un cartel para colocar en vuestro centro de trabajo o grupo de amigos.

IBAN: ES43 1465 0100 92 2039537988

MARÍA GONZÁLEZ.-  “AYUDA NEPAL”