Continuamos nuestro viaje por Canadá y las Montañas Rocosas de camino hacia Vancouver.  Continuamos por las Montañas Rocosas de Canadá y hemos dejado atrás "Totonto y el Parque Nacional Banff" que pudiste ver en el anterior artículo.

• COLUMBIA ICEFIELD GLACIER

Campos de hielo en Columbia. 325kilómetros cuadrados de extensión que se va viendo reducida cada año con el cambio del clima. La visita se realiza desde un centro de interpretación donde puedes comer o tomar algo, visitar el museo y gozar de las vistas hasta que parta tu autobús para subir a la plataforma de salida.

Desde allí hacia el glaciar Athabasca, unos vehículos todo terreno especiales de ruedas inmensas para poder conducir sobre el hielo, te permiten acercarte y pasear unos minutos por encima de la capa de hielo. Un glaciar con 10.000 años de antigüedad en constante evolución, desgraciadamente, hacia su desaparición.

• PARQUE PROVINCIAL MONTE ROBSON

El pico más alto de las Montañas Rocosas de Canadá es el Monte Robson con 3.954m. Una asombrosa y preciosa montaña que parece una lona pintada contra el cielo de fondo. Alrededor de este pico existen caminos que recorren las zonas pantanosas y boscosas a sus pies.

Monte Robson es un referente en el alpinismo canadiense desde 1913 donde se alcanzó por primera vez su cumbre. Desde el centro de visitantes la caminata más popular es la que atraviesa densos bosques hasta el Berg Lake, desde donde ver las mejores vistas de este coloso.

• PARQUE NACIONAL JASPER

Es la reserva más extensa de las Montañas Rocosas en territorio canadiense. Casi mil kilómetros de senderos para recorrer a pie o en bicicleta, pasando por gigantes lagos, lenguas glaciares, ríos y bosques que convierten al Parque Nacional Jasper en una de las grandes y mejores atracciones de Canadá. Durante nuestro viaje y recorrido visitamos algunos de sus enclaves más apreciados.

• MALIGNE CANYON

El cañón Maligne es el más profundo del Parque Nacional Jasper. La ruta comienza en un restaurante construido sobre el emplazamiento de la primera casa de té en el año 1927. El cañón se cruza en varias ocasiones durante el recorrido, por puentes  construidos para ello, uno de ellos e encuentra donde el cañón alcanza su máxima profundidad a algo más de 50 metros.

• LILLOOET

Lilloet es un pequeño municipio en el suroeste de la Columbia Británica. La población está a orillas del río Fraser. En el centro, a ambos lados de la carretera se encuentran los dos edificios más visitados, una pequeña cafetería bien decorada, con libros de lectura gratuita y el edificio más emblemático, que parece una iglesia y en realidad es el museo de Lillooet. 

Betty-Lou Canon, la amable propietaria y directora del Museo de Lilloet.

Durante la parada técnica en Lillooet, tuvimos la oportunidad de poder observar en un parque cercano, una ceremonia de reencuentro de algunos indigenas canadienses, que realizaron cánticos y gestos de bailes típicos para celebrar que un año más pueden encontrarse y participar juntos en estos ritos populares.

• LAGO DUFFEY

El recorrido por el Parque Jasper se realiza por lo que llaman la autopista del Mar al Cielo, SEA TO SKY TRAIL. Cada pocos kilómetros se pueden observar lugares impresionantes cerca de la carretera. Este es el caso del Lago Duffey, un precioso lago y un parque que ofrecen unas vistas espectaculares y unos minutos de descanso contemplando la naturaleza.

• WHISTLER

Whistler es una pequeña ciudad dedicada al esquí y la practica deportiva, con un centro compacto y curioso, con algunos edificios llamativos. Una de las ultimas paradas donde pudimos pasear por bosques y parques enormes y observar los lagos de baño donde los vecinos pasan las tardes de verano refrescándose. 

Es la última parada antes de llegar a la cosmopolita Vancouver.

• LAGO LOST

El Lago Lost, aunque se encuentra muy cerca de la ciudad de Whistler, merece mención aparte. Es el parque y la playa de los vecinos de Whistler durante los meses de calor, con rutas para ciclistas y sendas suficientes para no aburrirte caminando. En invierno se practica el esquí de fondo o las raquetas de nieve en sus más de 25 km de senderos.

• BRANDIWINE FALLS

Brandywine Falls es una espectacular cascada de unos 70 metros de altura que da nombre al parque, en el que también se puede ver el lago Daisy y las montañas y bosques de alrededor. Es el hábitat único de las ranas de patas rojas, que se encuentran en riesgo.

• VANCOUVER

La enorme y cuidada ciudad de Vancouver resulta espectacular. Es una ciudad costera diferente, entre el Océano Pacífico y las Montañas cercanas a la costa. Desde el Parque Stanley la vista de la línea de edificios altos junto al agua de la bahía es alucinante. Cuenta con treinta kilómetros de sendero ininterrumpido frente al mar, que une distintos barrios de Vancouver incluyendo el malecón del Stanley Park.

La ciudad de Vancouver es famosa por su diversidad, uniendo tradiciones culturales como los totems o las últimas tendencias. El respeto por la naturaleza es apreciable en todos los aspectos y su cuidado es casi espiritual, desde los grandes parques hasta el último rincón del jardín de sus casas. En Vancouver los ciudadanos disfrutan siempre del aire libre, independientemente de la época del año.

Vancouver abarca 21 pequeños municipios en su zona de influencia, en el delta del río Fraser, que desemboca en el mar Salish, lugar donde por cierto, hicimos un recorrido para alistamiento de ballenas. Una de las visitas que más se recomienda en la zona, si tienes tiempo, es la isla de Victoria. Para nosotros quedó pendiente. 

Sin embargo, tuvimos tiempo suficiente para realizar dos escapadas que teníamos pendientes: La primera de ellas, recorrer la ciudad en busca del arte callejero. Ya sabéis que los Murales me llaman la atención y procuro recoger en mis viajes este tipo de street art. La segunda, hacer una salida al mar en busca de las ballenas. Ambas resultaron geniales y merecen artículos aparte que tengo pendientes para compartir con todos vosotros.

• EL PARQUE STANLEY

El espacio natural de Vancouver es "El Parque Stanley", el principal pulmón de la ciudad. Tiene antiguos bosques de cedro que rodean el agua del mar, playas de arena donde gozar del baño o un mercado público en la isla de Granville. Es un parque enorme para pasear y gozar de la naturaleza. Bien cuidado y limpio.

En otro artículo podréis ver algunos de los Murales en Vancouver que han hecho más famosa a la ciudad. El evento se llama Festival de Murales de Vancouver (VMF) y se celebra todos los años en el mes de agosto. No podremos verlo, pero si tomar algunas fotografías de los que ya embellecen la ciudad.

Bueno...., hasta aquí hemos llegado de momento. Si queréis viajar más y dar un paseo por distintos países y lugares del mundo, os dejo el enlace a la página de mis viajes, donde podéis ver muchos de ellos. ¡Buen viaje!

"EL MUNDO QUE HE VISTO"

Las fotografías que ilustran este artículo están tomadas con:

Fujifilm gFX100S     Gf 20-35mm f4.5-5.6 WR     Montañas Rocosas - Canadá

Capture One

mi software de edición 

Vista del Campo de fútbol del Leganés en el año 75.   Leganés años 70 Se pueden observar las gradas de público que se construyeron en el 1973

El Club Atlético de Leganés y el OJE infantil, en el Campo de fútbol Luis Rodríguez de Miguel. Fotos enviadas por nuestro vecino Tomás Martín Álvarez.

Equipo de fútbol O.J.E. infantil. Esta foto sería de principios de los 60. (texto de Tomás Martín Álvarez)

Partido entre el Atlético de Leganés y el juvenil del C. D. Leganés 1969. En la foto J.Jurado, T.Martín, Juanjo y Ángel (Sanchís). (texto y foto de Tomás Martín Álvarez)

Equipo Atlético Leganés 1969, en el campo Luis Rodríguez de Miguel (texto y foto de Tomás Martín Álvarez)

Equipo Atlético Leganés 1969-1970 en el campo de Luis Rodríguez de Miguel. (texto y foto de Tomás Martín Álvarez)

Jugadores del Atlético de Leganés 1969. Santi (el Bolas), Juan Maroto y no recuerdo el nombre del otro compañero. (texto y foto de Tomás Martín Álvarez)

Nueva foto del Atlético de Leganés 1969-1970 en el campo Luis Rodríguez de Miguel. (texto y foto de Tomás Martín Álvarez)

Club Atlético Leganés en el campo de fútbol Luis Rodriguez de Miguel (1969) (texto y foto de Tomás Martín Álvarez)

Canadá ha sido mi último destino hasta el momento. Más concretamente las Montañas Rocosas haciendo un recorrido por los Parques Nacionales y provinciales desde Calgary hasta Vancouver, en la costa oeste, con parada de un día en Toronto gracias a la ineficacia y mal funcionamiento de la Compañía Air Canadá, que nos reubicó en distinto vuelo 24h más tarde del que teníamos previamente asignado. 

La famosa Plaza Nathan Phillips con el nuevo y antiguo ayuntamiento de la ciudad, dos edificios de alto contraste arquitectónico. La laguna central se convierte en pista de patinaje durante los inviernos.

Con todo, ha sido un viaje y un recorrido espectacular y maravilloso que nos ha permitido conocer y visitar lugares icónicos y únicos de las Montañas Rocosas, pequeñas y grandes ciudades canadienses y lugares para fotografía de paisaje que no pueden faltar en cualquier portafolio fotográfico de los amantes de los viajes.

Para recorrer los parques lo más práctico es alquilar una autocaravana. Se ven a cientos por todos los rincones, zonas de descanso y los estacionamientos a la entrada de las zonas de senderos y parques. Tanto las áreas de acampada como los refugios de los parques requieren de reserva previa. El control y la seguridad de los parques es exhaustiva y tienen una tarifa de acceso individual y familiar que sirve para su mantenimiento.

El Oeste de Canadá ya forma parte de "El Mundo que he visto". Aquí os dejo algunas fotografías tomadas durante la travesía con una pequeña reseña o información. Espero que disfrutéis de este paseo virtual con las Fotografías de mi "Viaje a Canadá".

Comenzaré en este artículo con la ciudad de Toronto y el Parque Nacional Banff.

• TORONTO

Sin quererlo, nos vimos obligados a un día completo en la dinámica y cosmopolita ciudad de Toronto, una de las ciudades y destinos más populares de Canadá. Aunque en principio no estaba en nuestro itinerario, gozamos de su visita y nos quedamos gratamente sorprendidos del buen número de edificios históricos y su convivencia en impresionantes paisajes urbanos con edificios modernos de oficinas y apartamentos que rozan el cielo.

Skyline de Toronto desde la planta 39 del Sheraton Centre Toronto Hotel. A la izquierda el Toronto City Hall actual y a la derecha el Old City Hall.

La ciudad es amable y se puede pasear sin problemas. Recorrimos el centro hasta el Harbourfrount a orillas del gigantesco Lago Ontario. Pudimos ver edificios y lugares emblemáticos como la Nathan Phillips Square, los edificios del antiguo y moderno ayuntamiento, Dundas Square, la Metropolitan United Church o la Church of the Holy Trinity, una pequeña iglesia engullida por las enormes torres de oficinas alrededor.

El edificio Gooderham es una de las vistas más icónicas de Toronto. Su esquina redondeada está enmarcada por las torres a lo largo de Front Street, y con los rascacielos del Distrito Financiero al fondo.

Los edificios antiguos y modernos se conjugan espectacularmente. Tanto es así que hay algunos ejemplos como el Canadian Bank of Commerce o el Salón de la Fama del Hockey, que conservan su fachada antigua creciendo hacia el cielo las estructuras a su alrededor. El famoso Berczy Park con su fuente del Perro o el edificio Gooderham "Flatiron" Building de 1892 son lugares que no pueden faltar en tu visita a Toronto.

El edificio en el centro es el Salón de la Fama del Hockey, a su alrededor enormes rascacielos de oficinas y a la izquierda la Torre CN.

• PARQUE NACIONAL BANFF

Llegamos a Calgary durante la noche y sin pausa cogimos un servicio regular de transporte a Banff en el mismo aeropuerto. Teníamos que llegar pronto a Banff para enganchar con el itinerario y nuestro grupo de viaje. La ciudad, el valle del río Bow y el Parque Nacional de Banff nos esperaban a la mañana siguiente.

• BANFF

El centro del Parque Nacional de Banff es un pequeño pueblo turístico rodeado de ríos, lagos y montañas. Unas montañas que en el caso de "Cascade Mountain" con 2998m de altura,  parece caer sobre las calles. En Banff apenas viven ocho mil personas y existe un control demográfico y una imposibilidad de construcción de nuevos y grandes edificios.

Cascade Mountain inmenso desde las calles de Banff.  Montañas Rocosas Canadá.

• BOW FALLS

Las Bow Falls es una cascada en el río Bow, situada próxima a la población de Banff. Se puede llegar en vehículo o caminando. En mi caso, tomé uno de los dos puentes de salida de la ciudad y seguí una senda junto al rio muy cuidada, que finaliza en la cascada y en el Bow Falls Viewpoint. Al llegar a la zona de rápidos y cascadas hay una pasarela desde la que observar el río.

Bow Falls está a escasos 20' de Banff y menos de kilómetro y medio siguiendo la senda por la orilla del río Bow, a la sombra entre los árboles.

La ribera del río Bow en Banff sirve de zona de descanso para los vecinos y turistas.

Al finalizar la zona de rápidos y cascada del Río Bow, se puede alquilar una balsa y practicar Rafting

• HOODOOS VIEWPOINT

Los Hoodoos del Parque Nacional de Banff se encuentran al este de la población de Banff y a orillas del inseparable río Bow, muy cerca de Tunnel Mountain. El camino es en llano con una pequeña elevación de unos 90 metros de desnivel. Los Hoodoos se formaron por la erosión del agua en las rocas de cal en las orillas del río, desde el Mirador de Hoodoos la vista del valle es maravillosa. 

Desde arriba, en el Hoodoos viewpoint hay unas vistas espectaculares del río y el valle, con las chimeneas abajo y el Monte Rundle1 al fondo.

Por supuesto, las formaciones calcáreas de este lugar no tienen nada que ver con las chimeneas de las hadas en Turquía, donde tuve la oportunidad de realizar un "Vuelo en globo en Capadocia", pero el entorno y las vistas son maravillosas.

• LAGO BOW

El precioso Lago Bow es uno de los lagos más grandes del Parque Nacional Banff en las Montañas Rocosas canadienses, con 3,21 km cuadrados. Un lugar tranquilo y hermoso donde pasear y admirar sus transparentes aguas y sus colores. Nosotros llegamos muy temprano y había my pocas personas. El espectáculo fue maravilloso. 

El monte Bow se refleja en las aguas del lago. Aún se puede observar nieve cerca de su cumbre.

El agua fría y transparente del lago, procede del Glaciar Bow. En medio aproximadamente de la longitud del lago podemos ver el monte del mismo nombre perfectamente reflejado cuando el agua está tranquila. El lugar es uno de los que los canadienses utilizan como zona de baño en los calurosos días de verano.

El espectáculo es maravilloso desde el borde del lago con es agua de color y las montañas rocosas de escenario.

A orillas del Lago Bow se encuentra la Num-Ti-Jah Lodge que es una edificación de montaña inicialmente utilizada para la venta de ropa que hacia 1940 se agrandó y ocupó una cabaña como alojamiento y ahora cuenta con varias cabañas, tienda y comedor.

Nos-Ti-Jah Lodge es en la actualidad un establecimiento hotelero y cuenta con el comedor Elkhorn y una tienda de productos locales. En verano se puede practicar el senderismo y la pesca.

• LAGO PEYTO

A poca distancia del Lago Bow realizamos una nueva parada para poder ver el lago Peyto, otro de los lagos de origen glaciar del Parque Nacional Banff en las Montañas Rocosas Canadienses, a 2000 metros sobre el nivel del mar. Su nombre es en memoria de un antiguo guía y trampero de la zona llamado Ebenezer William Peyto.

Está situado en uno de los valles de la cordillera Waputik. El lago tiene una forma llamativa desde el mirador, en un paraje incomparable muy cercano a la zona de estacionamiento. El agua del Lago Peyto tiene un color turquesa especial debido a la erosión del agua sobre la roca, que desprende pequeñas partículas que proporcionan un brillante color azulado.

• LAGO LOUISE

Es una de las postales de Canadá y sus Montañas Rocosas. El lago Louise se encuentra encajado entre densos bosques y tres picos casi siempre nevados, el Mount Victoria North Peak, el Mount Lefroy y el Mount Aberdeen. El panorama desde la orilla este es sencillamente de película. 

Vista desde la orilla este del Lago Louise. La práctica deportiva con pequeñas canoas por el lago y el senderismo es muy común entre los canadienses.

Las montañas a ambos lados y en el frente, crean un lugar ideal para el Lago Louise al que los indios stoney llamaban "lago de los pequeños peces".

En esa orilla se encuentra el enorme hotel Château Lake Louise construido en 1911 por la Canadian Pacific Railway para alojar a los pasajeros de sus trenes que cruzaban las montañas. El Louise fue incluido en el Parque Nacional Banff en el año 1902. 

Desde la orilla de Lago Louise se puede observar una enorme extensión boscosa y el imponente Mount Aberdeen

• LAGO MORAINE

Ya llevábamos unas cuantas paradas y después de ver el Lago Louise o el lago Bow, parecía difícil sorprenderse. Entonces apareció el Lago Moraine, un enclave único que pondría en el primer lugar de los lagos del Parque Nacional Banff. Un espejo de aguas turquesas rodeado de impresionantes picos que incluso en los inicios del verano mantienen nieve en sus cumbres. Espectacular.

Maravillosa vista del Lago Moraine en el Valle de los Diez Picos desde la subida de Rockpiles.

Al igual que en el resto de lagos, los troncos caídos flotan libremente en las aguas del Lago Moraine.

Desde la base del lago salen un buen número de sendas para caminatas y para escalar los picos. Haciendo una pequeña ascensión al Rockpiles, seguramente se pueden observar las mejores vistas del valle de los Diez Picos y el lago Moraine. Sin duda uno de los lugares más fotografiados del parque Banff y un icono geográfico de Canadá, porque además de ser una belleza, es muy popular por aparecer en los billetes de veinte dólares.

Durante la subida al Rockpiles, las vistas del pico llamado Tower of Babel son increíbles.

Los paseos en canoa son uno de los pasatiempos más utilizados por los canadienses. En el muelle de la orilla norte pueden alquilarse canoas para atravesar el lago.

Espero que os haya gustado este pequeño artículo y las fotografías del "Viaje a Canadá I - Toronto y Parque Nacional Banff". En el siguiente post, recorreremos desde el Parque Nacional Jasper, el Monte Robson y algunas otras localizaciones, hasta la ciudad de Vancouver, donde intentaremos fotografiar la ciudad, sus Murales y observar la naturaleza y las ballenas.  No te lo pierdas.

Las fotografías que ilustran este artículo están tomadas con:

Fujifilm gFX100S     Gf 20-35mm f4.5-5.6 WR     Montañas Rocosas - Canadá

Capture One

mi software de edición 

Con Begoña, mi compañera de viaje

Continuar el viaje:

Viaje a Canadá II - Jasper, Robson y Vancouver

Murales en Vancouver.

Son algo más de las diez de la mañana y el calor ya se deja notar con intensidad en las calles de La Habana Vieja. A unas pocas cuadras de nuestro alojamiento está la Plaza de la Catedral de La Habana y en ese lugar, sentado junto a sus dibujos y su muleta está Pedro Pablo, un anciano pintor que se gana la vida vendiendo sus obras a los pocos turistas que en esas fechas visitamos la ciudad.

La Habana está repleta de arte callejero, pintores, músicos, bailarines y cualquier tipo de cultura imaginable. Desde temprano exponen su saber en las calles esperando que el turista quiera dejar una propina o llevarse un recuerdo de esa maravillosa ciudad. Entre ellos Pedro Pablo llamó poderosamente mi atención, intentaré explicaros por qué.

La Plaza estaba poco concurrida para lo que es habitual. Había alguna persona pidiendo a la puerta de la Catedral, una jovencita que celebra su fiesta de quince años siendo retratada, y bajo los soportales junto a las columnas de la Casa del Marqués de Arcos, sentado sobre una piedra con unos cartones a modo de cojín, un anciano pintor junto a sus obras.

Me sorprendió que el anciano no llamaba la atención de quienes paseábamos por allí, ensimismado en pintar con algunos rotuladores y bolígrafos viejos una de sus obras, lo normal es que los artistas callejeros reclamen nuestra atención. Después comprobé que sus ojos cansados difícilmente llegaban a ver más allá de unos metros de distancia.

Otra de las cosas que llamó mi atención era que sus dibujos rompían con la monotonía de propuestas, ya que la mayoría de artistas callejeros pintan los lugares más conocidos de La Habana, los icónicos Almendrones, los rostros famosos de la revolución o las guapas mujeres con sus coloridos pañuelos de cientos de llamativos colores. El Anciano solo pintaba rostros o figuras que nada tenían que ver con esas costumbres.

El motivo de nuestro paseo era fotografiar las calles y las gentes de La Habana. Desde luego también era retratar el llamativo rostro del anciano dibujante, pero en esta ocasión me apetecía conocer a la persona y charlar un rato con él. Después del "buenos días, ¿que tal, como está usted?", el anciano, muy amable me contestó atentamente retirando su muleta a un lado para hacerme sitio cerca y poder escucharme bien.

Por supuesto nos presentamos y entonces me respondió que se llama Pedro Pablo González Valdés, que nacido en Matanzas hace 86 años. Añadió que tenía problemas de movilidad y circulación de sangre y los dolores le impedían en muchas ocasiones pintar o salir a la calle. Me contó que llevaba más de 50 años dedicados al arte, a la pintura y el dibujo, que era lo que más le gustaba hacer y que era un enamorado de la obra de Picasso.

Me contó que, aunque lo hacía en ocasiones, no le gustaba pintar las calles de La Habana o sus coches. Que prefería dibujar rostros inventados que copiaba y modificaba de algo que había visto, soñado o recordado. Que siempre le gustó pintar y dibujar, pero que nunca pudo estudiar para ello, primero fue el trabajo y el intento por ganarse el sustento para él y su familia.

Durante nuestra charla hablamos de Cuba, del antes y ahora, de su revolución y de la figura del "Che" que pareció acercarnos cuando le conté como la juventud vivimos desde España la visita del revolucionario y su imagen icónica, que recorrió todos los rincones y estampó cuadernos, libros, camisetas, gorras y corazones en los tiempos de estudiante.

Resultó increíble. Una lección más. Pedro Pablo me dio un nuevo ejemplo de educación y buen trato de las gentes de cuba. Una amabilidad fuera de discusión y un amor por su patria. Antes con la revolución y ahora en su lucha diaria, no pierde la ilusión y la esperanza mientras pinta o dibuja en las calles de La Habana.

Fue enorme su felicidad cuando Mari Paz, una de las compañeras fotógrafas le regaló algunos bolígrafos y rotuladores que habíamos decidido llevar durante nuestro viaje, para sobre todo entregar a los escolares. Su cara y su mirada de agradecimiento fue única.

Le compré una de sus láminas. La firmó y me la dedicó. Este es quizá uno de los recuerdos más entrañables que me he traído de Cuba. Ahora su dibujo cuelga en una de las paredes de mi casa y en mi memoria el momento que he intentado contaros en este artículo. Por supuesto, también le pedí permiso y le hice alguna fotografía, aunque en esta ocasión no fuera lo más importante.

Cuba y La Habana son muchas cosas. Colores, olores, sabores, música...., pero sobre todo sus gentes, sus habitantes.

Te enamorará. Cuba seduce.