Esta es nuestra tercera etapa, que completa el "Triangulo de oro" de nuestro estupendo y maravilloso Viaje a la India. Agra (आगरा en hindi)  es  una ciudad situada a orillas del río Yamuna en el estado de Uttar Pradesh a poco más de 240 km de Jaipur y para llegar invertiremos algo más de cuatro horas y media viajando por autopistas de peaje entre el caos típico del tráfico en la India. Las imprescindibles paradas en la joya escondida de Abhaneri y la ciudad fantasma de Fatehpur Sikri nos hicieron olvidar los kilómetros.

Después de una parada técnica en carretera más y de superar el enorme atasco de tráfico a la entrada de Kiraoli por un pequeño golpe de chapa, ya bien entrada la tarde-noche llegamos a nuestro bonito y acogedor hotel Mansingh Palace en Agra, donde fuimos muy bien recibidos y después de una gratificante ducha pudimos ver una pequeña función de teatro de títeres en los jardines antes de una estupenda cena y nuestra kingfisher beer reglamentaria antes de dormir.

Ya por la mañana, después de desayunar, nuestro guía Dev, con nuestro conductor y vehículo nos acompañan para comenzar nuestra visita a la ciudad de Agra y trasladarnos como primer destino hasta la catalogada como una de las nuevas maravillas del Mundo, el "Taj Mahal" (que significa Corona de todos los palacios).

Vamos a comprobar en pocos minutos si es verdad la magia resplandece de esta construcción y si como dijo "Rabindranath Tagore" (filósofo y escritor indio 1861-1941), el Taj Mahal es una lágrima en la mejilla del tiempo.

La ciudad de Agra fue fundada entre 1501 y 1504 por el sultán Sikandar Lodi, que la convirtió en su capital, hasta 1526 cuando el primer emperador mogol, Babur, se refugió allí después de batallar con Lodi. Después el emperador mogol Akbar la convirtió en la capital oficial del imperio en 1556. Si necesitáis algún dato más os recomiendo la Wikipedia.  La ciudad es conocida por una mezcla entre el amor y la tragedia y parece que su máximo exponente es el Taj Mahal.

Además del Taj Mahal, la visita a la ciudad de Agra también nos llevó a conocer otros lugares como el precioso Fuerte de Agra, construido por el emperador Akbar o la Tumba de Itmad de Itmad-ud-Daulah, a la que también llaman el “Baby Taj Mahal”por su exquisitez. Además, hicimos dos pequeñas visitas programadas, una de ellas para compras a un taller y venta de artesanía de mármoles y otra a un hogar para huérfanos e indigentes de los Misioneros de la Caridad de Prem Dan.

   

El Taj Mahal

20.000 obreros entre los que había albañiles, carpinteros, talladores, artistas, ingenieros y arquitectos, trabajaron durante 22 años desde 1961 para construir esta belleza. Mármol blanco de Makrana en el Rajastan, piedra de Fatehpur Sikri, plata, esmeraldas, zafiros y diamantes de China, el Tibet, Birmania, Persia, Iraq, Afganistán, Sri Lanka o Europa, fueron algunas de las materias primas que sirvieron para levantar esta reliquia.

Nos bajamos de nuestro vehículo un kilómetro antes de llegar al recinto del Taj Mahal, desde allí solo circulan vehículos libres de contaminación o andando, nosotros decidimos hacer uso de un vehículo oficial eléctrico.

Además de lo habitual en medidas de seguridad, no se permite pasar comida o bebida, bolsas, libros, tabaco y mechero, pinturas, y un largo número de objetos. Con la entrada te dan una botella de plástico con agua mineral, que por cierto es un engorro, ya que aunque hay que hidratarse, estorba par hacer o que te hagan las fotos para el recuerdo que esperas sean maravillosas.

Accedemos por la puerta de "Sirhi" otra de las mujeres de Shah Jahan y después de pasar un exhaustivo control (separado para hombres y mujeres), accedemos al antepatio donde se pueden ver otras tres puertas, la puerta seedi o del sur y la occidental con edificios y salas para la servidumbre en cada una de ellas y la Gran Puerta o Darwaza-i-rauza. Desde el centro de este patio, en línea recta, nuestra mirada se dirige entre las cabezas de los turistas a través de la Darwaza, hasta la imagen luminosa y algo difuminada del Taj Mahal.

Dicen que este lugar simboliza el paso desde la vida mundana a la vida interior y espiritual. Es como si se levantara el telón en el teatro y de pronto apareciera algo maravilloso y especial. Cuando caminas entre los hindúes y turistas, atravesando la oscuridad de la Gran Puerta y ves como la luz clara del día aumenta más aún la belleza del Taj que va adquiriendo una diferente perspectiva según vas acercándote. Es emocionante al igual que lo fue ver los grandes Templos de Egipto y sus Pirámides.

El asombro es aún mayor cuando poco a poco vas viendo detalles y observas las personas como puntos diminutos junto a esta enorme joya de mármol blanco de 74,21 metros de altura. Todo está perfectamente desarrollado y colocado de forma simétrica y la fachada del Taj Mahal con su bóveda central y sus cúpulas custodiadas por enormes minaretes de tres pisos parece inmensa.

Un buen número de fotógrafos hindúes te ofreceran su servicio para el retrato del viaje conociendo cada uno de los lugares perfectos desde donde sacar la mejor imagen del mausoleo y de ti. Los precios son relativamente bajos, todo dependerá de la cantidad de fotos que quieras hacerte. Te lo llevan al hotel en papel y cd para que no tengas problema y sigas visitando el Taj. Aunque no nos resistimos a ello y posamos felices durante un rato, las fotos que ves en este artículo son como siempre con mi Nikon D850.

Los jardines o Char bagh son preciosos. Con un césped verdoso muy bien cuidado, árboles que bordean los caminos de piedra arenisca roja, los canales de agua, surtidores y el estanque de mármol en el centro para reflejar en todo su esplendor el Taj, hacen del entorno un espacio llamativo y muy colorido. A los lados del jardín hay dos edificios simétricos, uno de ellos destinado al museo y en los flancos del Mausoleo del Taj Mahal, dos bonitos edificios para casa de huéspedes

El Mausoleo se levanta en el centro de una gran terraza llamada "Chameli Farsh". A su derecha se levanta una pequeña mezquita y a su izquierda un reflejo de este edificio, pero que sirve como pabellón de invitados. Una mezquita que sin desmerecer, únicamente acompaña al Mausoleo y por supuesto nada tiene que ver con las grandes mezquitas como por ejemplo la Mezquita Azul en Turquía.

En la parte trasera podemos ver el río Yamuna de cuyas aguas se alimentaban las fuentes y los estanques así como el riego de los jardines. El edificio es octogonal y en la parte superior su impresionante cúpula en forma de bulbo bajo la que se encuentran las tumbas falsas de Shah Jahan y su esposa Mumtaz Mahal.

Nos llamó mucho la atención la decoración tan precisa con incrustaciones de mármol negro en mármol blanco con patrones que se repiten de forma simétrica. Las flores, vegetales, motivos abstractos y caligráficos están por todas partes y en diferentes patrones que se adaptan a las estructuras. Las balaustradas que rodean las tumbas son de mármol blanco como el que vimos en Laxmi Narayan Temple de Jaipur,  incrustadas de piedras preciosas sobre una base vegetal. Esta parte tendrás que ir a verla ya que no está permitido fotografiar el interior.

Una vez fuera, en la terraza, dimos un paseo alrededor observando el río y los enormes minaretes de 40 metros de altura con tres pisos con una base octogonal que curiosamente han construido de forma intencionada algo inclinados hacia afuera, de esa forma si cayeran por un terremoto o algo similar, no golpearían y dañarían el Mausoleo.

Desde aquí hasta la salida del recinto hacia la ciudad de Agra, no dejamos de girar la cabeza y mirar hacia atrás otra vez esta nueva maravilla del mundo, el imponente Taj Mahal. Un lugar donde no me importaría volver.

Fuerte de Agra

Este edificio es apodado como "el pequeño Taj", la tumba de Itimad-ud-Daulah (Pilar del Estado) en Agra comenzó a construirse en 1622 para la hija de Mizra Ghiyas Beg, el noble persa que trabajaba para Akbar y que está sepultado dentro de la estructura de mármol blanco. Es mucho más pequeño que el Taj Mahal pero fue innovadora para su época y sirvió como ejemplo e inspiración.

El Mausoleo no entra en muchas de las opciones de visita de los turistas, pero cada vez más se incorpora a sus itinerarios. Desde la calle, viendo pasar el ganado y el tráfico frente a la puerta de acceso, muy sencilla, no se adivina lo que puedes ver en el interior que incluso en algunas partes es más delicada y más adornada de incrustaciones, mosaicos y pantallas que el propio Taj Mahal.

Recorremos un cuidado jardín hasta el edificio que corresponde a la Puerta de acceso al recinto y como ocurre en el Taj Mahal, podemos ver al fondo en línea el edificio de mármol blanco que corresponde al Mausoleo del consorte del emperador, que fue encargado por la emperatriz del imperio mogol Nür Jahän para su padre Mirzra Ghiyas, a orillas del río Yamuna.

Los jardines son el forma de cruz atravesado por cursos de agua y caminos. El Mausoleo se encuentra junto al río y en cada esquina, ya que es cuadrado, hay torres hexagonales de 13 metros de alto. La decoración del Mausoleo llama poderosamente la atención con sus decoraciones en mármol blanco. Hay un buen número de "Jalis", que son pantallas de mármol blanco perforadas y talladas, encargadas de dejar pasar la luz.

Desde los miradores de sus edificios se puede ver jugar a los jóvenes en las orillas del río Yanuma mientras atardece. El recinto está rodeado de una pequeña muralla con torres de vigilancia que sirven de mirador a los monos y a las Ardillas de la Palma que escalan las fachadas para tomar el sol y esconder sus alimentos. Las familias utilizar las zonas verdes para descanso, mostrando una imagen muy familiar.

Desde aquí volvemos al tráfico de Agra para recorrer la vuelta a nuestro hotel. Al día siguiente cambiamos de medio de transporte para hacer en tren la distancia hasta Jhansi y desde allí en turismo poder visitar Orchha de camino a nuestra siguiente parada en Khajuraho y sus templos del Kamasutra.


De las paradas programadas que os indiqué al inicio de este artículo, solo deciros que la visita al hogar de huérfanos e indigentes Misioneros de la Caridad Prem Dan, tiene un carácter solidario y de información, pero también cierta dureza sentimental, salimos de allí con algo de desazón con la sensación de necesitar algo más para ayudar a estas personas desfavorecidas. El Handicraft Store, como podéis imaginar en una parada típica para después de mostrarnos como se trabaja el mármol, conseguir vender alguno de sus artículos, aunque he de decir que fueron enormemente educados y solo compramos aquello que quisimos, un pequeño detalle para nuestra compañera de viaje Ana, que nos acompañó en los Viajes a Marruecos.

Como siempre al llegar a nuestro hotel, ducha, cena y cerveza con charla. Aquí nos despedimos de nuestros amigos Inma y Oscar, que nos acompañaron desde Delhi y que vuelven a Cataluña al día siguiente. Les echaremos de menos en nuestras siguientes paradas en "la ciudad oculta de Orchha", cuando veamos los templos del Kamasutra en  Khajuraho o en la última etapa de Benarés.

Os dejo a continuación algunas fotografías más de esta etapa de Agra en nuestro maravilloso  Viaje a la India. Como en el resto de artículos de este viaje, todas las fotografías de este artículo se han realizado con mi cámara Nikon D850.

Jhansi - Orchha

Después de un magnifico desayuno en la "Ciudad Rosa de Jaipur", era hora de viajar a nuestro próximo destino, que no es otro que la ciudad de Agra a 240 km de distancia. Una jornada de viaje hasta esa hermosa ciudad con paradas en lugares maravillosos.

En nuestro país, esta distancia no supondría poco más de dos horas, pero en la India la aventura resulta en cinco horas o algo más de camino, así que como estaba programado, haríamos sendas paradas, el Chand Baori, una de las maravillas más escondidas de la India en la pequeña localidad de Abhaneri (antes Abhanagri "ciudad de brillo") y la ciudad fantasma de Fatehpur Sikri, ambos lugares, patrimonio de la humanidad.

La primera de las paradas es el pequeño pueblo de Abhaneri a 95 km de Jaipur, es en el "Chand Baori", un pozo que fue construido, según parece, en el año 800 d. C. por el rey Chand de la dinastía Chahamana, y está considerado uno de los más grandes y profundos de la India.

Desde luego, es espectacular asomarse a sus más de 13 niveles con 3500 escalones que los enlazan de manera tortuosa hasta más de 20 metros de profundidad. A su alrededor hay una galería que alberga algunas esculturas y grabados del pabellón construido en el cuarto de sus lados, de tres pisos con galerías, balcones y nichos, destinados a las familias reales.

En el primer siglo, cuando se construye el Chand Baori, las escaleras constituyen la forma de acercarse al agua, tanto en los ríos con los largos Ghats donde los escalones y las plataformas predominan. En la India, y más en el Rajasthan, se aplicó el mismo método para la construcción de los pozos. El agua era un problema importante y mientras con los monzones aumentaba con las lluvias torrenciales, en verano era inexistente, por eso esta llamativa solución para retener el agua de lluvia para el uso de los lugareños y de los viajeros.

La arquitectura del pozo es muy llamativa y la luz y las sombras hacen que los escalones dibujen diferentes formas repetidas y geométricas que convierten el Chand Baori en una estructura fantástica que ha sido motivo para la fotografía y el cine en varias ocasiones. Allí se rodaron, entre otras, algunas escenas de la película "Dark Knight Returns", donde Bruce Wayne escapa de su confinamiento y regresa para salvar a Gotham.

Junto al Baori se encuentra el "Templo de Harshat Mata" que dicen es la diosa de la felicidad y la alegría, y que fue construido entre los siglos VII-VIII. En el patio yacen esparcidos muchos fragmentos de antiguas columnas, pilares y estatuas y ahora solo hay una pequeña parte en pie que posee unas columnas bellamente talladas y un pequeño altar donde los hindúes hacen sus ofrendas.

Para acceder al patio del templo hay que pasar una puerta giratoria de hierro con alguna dificultad, sobretodo si vas cargado con mochilas o algo de volumen. Unas escaleras conducen hacia arriba hasta el último piso del templo que está rodeado de distintas imágenes de los Dioses y esculturas religiosas con escenas de la vida diaria. Los lugareños creen que la paz y la felicidad en Abhaneri es consecuencia de las bendiciones de la Diosa Harshat y no es difícil ver a los fieles tocar la campana y hacer sus oraciones.

Los dos lugares de Abhaneri que os he mencionado, el templo y el pozo, están muy próximos y hay una pequeña explanada que sirve de estacionamiento para los autobuses y vehículos turísticos. Frente al Chand Baori encontraréis un pequeño mercadillo de frutas y algunas cosas más. Una parada en nuestro camino a Agra que merece mucho la pena. No dejes de visitar la ciudad escondida de Abhaneri.

En Fatehpur Sikri, tendréis la oportunidad desde la entrada al recinto de ser acompañados por guías del lugar que os informarán en cualquier idioma. Los niños os perseguirán solicitando que les compréis una baratijas y lo harán en cualquier idioma. Estarán encantados en contaros los secretos del lugar por unas pocas rupias.

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