Si ya tienes todo, adelante. Cada pompa será una posibilidad, pero tendrás que tener cuidado, ya que son muy frágiles y las manchas y dibujos de vivos colores se producen cuando ya llevan unos segundos en contacto con el aire. Si soplas y añades una pequeña brisa de temperatura distinta reaccionará como nunca has podido ver.



Para el fondo te vale cualquier trapo o camiseta de color negro. El soporte para la burbuja puede ser un pequeño vaso, un tapón o algo similar donde al soplar con la pajita puedas hacer la pompa. Por supuesto también puedes hacerla sobre alguna superficie, es cuestión de maña. Para lograr que sean más consistentes puedes añadir un poco de glicerina que encontrarás en la farmacia, pero no es necesario si eres rápido al disparar.

La iluminación debe ser lo más difusa posible y amplia, ya que la pompa será una pequeña esfera brillante que reflejará todo y si la fuente luminosa es pequeña, solo tendrás un pequeño punto blanco. Difumina la luz de tu flash y busca el ángulo perfecto donde poder ver ese mundo de colores. Prueba a moverte para utilizar también la luz de la ventana a través de los visillos para que quede lo más difuminada posible.