EL PUEBLO VICTORIOSO

POR FAVOR, ... RESPÓNDANME

#38Somostodos y #Nosfaltan4

86 días han pasado. 86 tristes días con sus largas noches desde aquel fatídico 27 de Noviembre en que 4 de nosotros dejaron de estar en el trabajo para pasar a estar en nuestras vidas.

Pensamos que aquello había tocado techo, que era lo peor que nos podía pasar y el tiempo, juez inapelable donde los haya, se ha encargado de corregirnos no una vez, sino dos más.

Así ha sido; por primera vez un mes después de ese triste acontecimiento otro igual de diabólico, siniestro y torticero donde los haya, 38 compañeros más a su casa, esta vez no como medida cautelar sino de forma definitiva.

Hecho este, protagonizado por "los mismos de siempre", por los que dividen, por los que nos roban la ilusión, por los que son ajenos al mal que ellos mismos crean, por aquellos a los que ver sufrir debe ser algo normal, algo a lo que quieren acostumbrarnos a fuerza de hacernos una tras otra y a cual peor que la anterior. 

La segunda, ha sido de desesperanza, algo donde muchos de nosotros y nosotras tenían depositadas casi todas las esperanzas para que el Ayuntamiento de Leganés tomara otro rumbo, algo que nos hacía pensar que otra gestión era posible, que esta locura protagonizada por un señor retribuido cada mes 4 veces (cuatro) con dineros que de una u otra forma son de todos , ya estaba llegando a su fin; ya era hora pensábamos algunos, de que la oposición tomara conciencia de lo que estaba pasando en Leganés y cogiera al toro por los cuernos.

Ya era hora de pararle los pies al odio a "los que no son nuestros", a "pasar factura" de no se sabe muy bien qué, ya era hora en definitiva de poner las cosas en su sitio y no dejar pasar ni un día más con el bastón de mando a una persona votada por una parte importante del electorado, cierto, pero no lo suficiente como para poder tener patente de corso a la hora de realizar la gestión municipal de una forma desterrada hace muchos años en nuestra joven democracia.

Ya era hora pensábamos de la Moción de Censura.

VOTOS POR PARTIDOS EN LEGANÉS

PARTIDO	CONCEJALES	VOTOS	%
PP	12	37445	40.08 %
PSOE	8	25900	27.72 %
ULEG	4	12409	13.28 %
IU-LV	3	10723	11.48 %
UPYD	0	3737	4 %
P.C.P.E.	0	678	0.73 %
U.C.E.	0	495	0.53 %

Pegado de <http://resultados.elpais.com/elecciones/2011/municipales/12/28/74.html>

Como puede observarse en el cuadro adjunto, el Partido Popular de Leganés obtuvo en las últimas elecciones 37445 votos, siendo de esta forma el partido más votado de todos cuantos concurrían a esas elecciones.

Siendo este un dato importantísimo, no es menos cierto que el resto de partidos obtuvieron 53942 votos. Si solo sumamos los de los partidos que obtuvieron representación municipal los votos obtenidos por la oposición fueron 49032.

Es decir, que haciendo cualquier operación aritmética se observa que siendo el PP el partido más votado, la suma de votos de la oposición municipal es bastante mayor que el resultado obtenido por el equipo de gobierno.

No seré yo quien cuestione la democracia, de ninguna manera. Si me atrevo no obstante a cuestionar la Ley Electoral actual, Ley que dicho sea de paso ninguno de los dos partidos mayoritarios ha querido cambiar jamás porque lógicamente son los mayores beneficiados de las maldades que encierra no solo esta Ley sino la también famosa y no menos perversa Ley D´hont de asignación de resultados y que hace que los partidos minoritarios sean los eternos perdedores en cada comicio.

Dejando por lo tanto sentado que el Partido Popular de Leganés tiene absoluta LEGALIDAD para poder gobernar, yo afirmo que carece de toda LEGITIMIDAD para llevar a cabo la gestión del día a día como si de una mayoría absoluta se tratara y lo hace más bien desde una posición absolutista, que no es para nada parecido.

Díganme sino, como es posible que 37445 votos puedan ejercer el rodillo sistemático contra 49032, díganmelo por favor, porque me cuesta mucho entenderlo.

Díganme señores de la oposición porqué entonces no encuentran ustedes la legitimidad suficiente que le han dado las urnas, repito LAS URNAS, esas que a la mayoría de ustedes nombran una y otra vez para argumentar muchas de las barbaridades que se cometen en Leganés y en toda España, para ponerse de acuerdo en un programa de mínimos y donde el reparto de los votos deje a cada cual en el lugar que le corresponde.

Díganme señores de la oposición: ¿hay algo más importante en Democracia que la expresión popular ejercida mediante el voto?

Díganme por favor: ¿a su juicio, deben prevalecer los intereses de los votantes propios por encima del electorado en su conjunto?

Díganme por favor: ¿les parece aún poca cosa, 38 despidos y 4 suspendidos de empleo y sueldo?, ¿aún no encuentran ustedes motivos suficientes para la moción de censura?

¿Como pueden estar continuamente haciendo un discurso y a la vez por la vía de los hechos hacer todo lo contrario?

En estos días se celebra en el Congreso de los Diputados en debate sobre el estado de la nación y oyendo a los líderes de la oposición, uno tiene la sensación de vivir en otro mundo. Estoy totalmente de acuerdo con lo dicen, pero no con lo que hacen, ¿Cómo puede ser esto?

¿Piensan ustedes, señores de la oposición, que esperando a que se vaya desgastando el PP de Leganés con su pésima gestión, van a llegar a gobernar en las próximas elecciones y ya está?, ¿así de fácil?, pues para nada señores y amigos míos, para nada.

Nosotros, los trabajadores pensamos estar por aquí cerca, no sabemos a cuantos más piensa despedir el PP, no sabemos cuántos quedaremos, pero les garantizo una cosa y esa de verdad que se la pueden creer a pies juntillas (nosotros no somos políticos profesionales y no tenemos necesidad de mentir) estaremos aquí para recordarles una y otra vez, cada día que pase, cada hora que estén gestionando este pueblo, que en el año de gracia de 2013 nos abandonaron, no quisieron saber nada de nosotros, les recordaremos que antepusieron sus intereses espurios, sus mamandurrias políticas, sus intereses particulares a los intereses de los trabajadores y del pueblo de Leganés, lo haremos. Ahora pónganse cómodos y a esperar un par de años.

Ya queda menos para la próxima campaña electoral, les garantizo que no nos vamos a aburrir.

Leganés, 22 de febrero de 2013 

¡Si tocan a una nos tocan a todas 

¡Alto a la impunidad, ni una asesinada más! 

¡Abajo las redes de trata y prostitución! 

¡Justicia para Marisela Escobedo! 

¡Presentación con vida de las desaparecidas! 

¡Todas somos las hijas de Juárez!

MUERTE A LOS SINDICATOS 

Blog de Iñaki Gabilondo   (Texto del vídeo)

Nueva moda. Rajar de los sindicalistas. Algo fácil y barato, por cierto. Lo llevan en la solapa ciertos políticos, lanzando mensajes subliminales sobre su actual falta de utilidad para los trabajadores, politización, corrupción, derroche económico… Resulta curioso: Los mismos que alientan al escarnio público, suelen lanzar piedras cargadas por sus propias mezquindades.

Además, la destrucción del sindicalismo hace mucho más fácil la labor de los gobernantes, sin movilizaciones ni huelgas, especialmente la de quienes dirigen tras la cortina. Qué bien estaríamos si no existieran los sindicatos, piensan algunos.

El problema es que esa frase por la que suspiran los gobernantes “Qué bien estaríamos sin sindicatos” empieza a calar entre la gente de a pie, con un discurso cargado de improperios, gritos, oportunismo, mala leche y, sobre todo, un enorme vacío de argumentos que se resume en: “Para lo que hacen, mejor que no hagan nada”, “Por mi los echaba a todos y los ponía a trabajar”, “Están vendidos, no se mueven, no están con los trabajadores”… Luego terminan reservándote para el final el placer de oír la raída historia de: “Conozco a uno que está de liberado sindical…”.

Confesar ser liberado sindical, en estos tiempos que corren, es un auténtico pecado capital. Mejor inventar cualquier otra cosa antes de que te descubran. Te pueden acechar en cualquier esquina, a cualquier hora: sacando dinero, haciendo la compra, recogiendo a tus hijos en el colegio… Cualquier lugar y excusa es buena, para utilizar como insulto la palabra “sindicalista”.

Se puede ser banquero chupasangre, se puede ser político en cualquiera de sus muchos cargos (concejal, alcalde, o delegado provincial…) y trincar todo lo que se quiera, aceptar sobornos y trajes, realizar chantajes, revender terrenos públicos, recortarle el sueldo a los trabajadores o directamente despedirlos sin indemnización… Se puede, incluso, aumentar el recibo de la luz a los pensionistas hasta asfixiarlos, o salir en fotos besando niños y ancianos mientras los colegios y asilos se caen a trozos, cobrar dos o tres sueldos en tres cargos diferentes, declarar a hacienda que se está arruinado mientras se cobra de mil chanchullos distintos, para que su hijo obtenga la beca que le permita comprarse una moto a costa del Estado.

En este maldito país se puede ser lo que se quiera, pero no sindicalista.

Nadie se acuerda ya de la última huelga, aquella en que nadie de la empresa fue, excepto los dos afiliados que perdieron el sueldo de aquel día, para que luego se firmara un acuerdo que les subió el sueldo a todos. Incluso a aquellos que escupieron sobre la huelga.

O de Luís, ese hombre que estuvo 30 años cotizando, y que gracias a la pre-jubilación que se consiguió en su momento, puede ahora, con 60 años y despedido de su puesto, tirar para adelante sin necesidad de buscar un trabajo que nadie le ofrecería.

Recuerden también a Marta, la chica de 23 años que estuvo aguantando un jefe miserable con aliento a coñac, que le obligaba a hacer más horas extras para tener un momento de intimidad donde poder acosarla mientras le recordaba cuándo le vencía el contrato. Hasta que su mejor amiga la llevó al sindicato y, gracias a una liberada sindical, ahora el tipo ha tenido que indemnizarla hasta por respirar.

Son muchos los que les deben algo a los sindicatos, y a los sindicalistas: El maestro que pudo denunciar al padre que le pegó en la puerta del colegio, los trabajadores que consiguieron que no les echaran de la RENAULT, la chica que pudo exigir el cumplimiento de su baja por maternidad en su supermercado…Porque también fue una liberada sindical la que se puso al teléfono el día en que despidieron a Julia, la chica de la tienda de fotos, y le ayudó a ser indemnizada como estipulan los convenios; y aquel otro joven que movió cielo y tierra para arreglarle los papeles al abuelo para procurarle una paga medio-decente, porque los usureros de hace 30 años no lo aseguraban en ningún trabajo. Para qué recordar las horas al teléfono escuchando con paciencia a cientos de opositores a los que no aprobaron, gritando e insultado porque en el examen no les contaron 2 décimas en la pregunta 4. O el otro compañero sindicalista, el que denunció a la constructora que se negaba a indemnizar a la viuda de su amigo Manuel, que trabajaba sin casco.

Ya nadie se acuerda de dónde salieron sus vacaciones, los aumentos de sueldo que se fueron consensuando, el derecho a una indemnización por despido, a una baja por enfermedad, o a un permiso por asuntos propios.

Esta sociedad del consumo, prefiere tirar un saco de manzanas porque una o dos están picadas, por muy sanas que estén el resto. Los precedentes televisivos: entrenadores de fútbol, famosos de la exclusiva en revistas, y demás subproductos, se convierten en clinex de usar y tirar dependiendo de las modas… Ahora, en un momento en que los trabajadores deben estar más juntos, arropados y combatientes contra quienes realmente les explotan, aparecen grietas prefabricadas en los despachos de los altos ejecutivos, ávidos de hincar más el diente en el rendimiento de la clase trabajadora.

¿Quién tirará la primera piedra?. ¿Serán los políticos gobernantes, o los banqueros quienes hablarán de dejadez o vagancia?. ¿Tendrán capacidad moral los jueces o los periodistas, de hablar de corrupción en las demás profesiones?. ¿Serán más idóneos para iniciar lapidaciones, los super-empresarios del ladrillo?. ¿En qué profesión se puede jurar que no existen vagos, corruptos, peseteros, o ladrones?. ¿Preguntamos mejor entre la Iglesia o la Monarquía…?.

Pero qué fácil resulta rajar en este país. Siembra la duda, y obtendrás fanatismo barato.  

Qué bien asfaltado les estamos dejando el camino a quienes realmente nos explotan cada día. ¡Acabemos con los sindicatos!. Sí. Dejemos que la patronal y los bancos regulen los horarios, las pensiones, los sueldos, las condiciones laborales y los costes del despido. Verán cómo nos va a ir con la reforma del mercado laboral, cuando los sindicatos dejen de existir y no puedan convocarse huelgas ni manifestaciones.

Verán qué contentos se pondrán algunos cuando sepan que ya no estarán obligados a pagar las flores de los centenares de trabajadores que mueren todos los años, a costa de sus mezquindades.

Accede al artículo y video de Iñaki Gabilondo.