Nunca en España se había
visto tanto la televisión. El consumo medio el año pasado rozó las
cuatro horas diarias. O lo que es lo mismo: los espectadores
dedicaron en 2011 el equivalente a dos meses de su vida a contemplar
el electrodoméstico más venerado. (fuente: Público.es)
Yo uno a esta noticia,
toda la situación actual de este país, en el que en cualquier tema
de conversación todo el mundo reconoce a “Belén Esteban” por
ejemplo y no sabe quien era “Ramón y Cajal”.
Algo no estamos haciendo
bien, o mejor dicho algo malo estamos permitiendo cuando lo más
visto en la televisión privada son programas como el denominado “Sálvame” que
llena la caja tonta de desmanes, insultos, amenazas, criticas
destructivas, menosprecios, gritos y en definitiva suciedad y basura.
Algo hacemos mal cuando
el ejemplo típico de cadena basura “la 5” triunfa con diferencia
entre las mujeres y en adultos entre 25 y 44 años con programas como
“hombres, mujeres y viceversa” que es todo un ejemplo de lo mejor
que se puede hacer para perder el tiempo y vaciar las cabezas de nuestros jóvenes para llenarlas de porquería.
Cuatro horas al día,
nada más y nada menos. Son muchas horas si pensamos en las que
dedicamos a la lectura, a pasear, a hacer deporte, a charlar con los
amigos y amigas, o a jugar con nuestros hijos. Son muchas horas si
pensamos en las que dedicamos a cocinar, a disfrutar del día
visitando nuestra ciudad, a ayudar a los pequeños en el estudio, a
abrazarnos y querernos.
La caja tonta no lo es
tanto..., ya voy pensando que quizá los tontos, o mejor, los menos
listos somos nosotros, que dejamos que poco a poco nos coman la
cabeza con multitud de gilipolleces perdiendo la oportunidad de
conocer nuestro alrededor y mantener una vida social más interesante.
Es posible que el consumo
obedezca de alguna manera a la situación de crisis económica, pero
si esto es así, mejor apagar la tele para dejar de consumir
electricidad y prepararnos para conquistar el futuro, para
preocuparnos por la situación y tomar decisiones. Los cálculos en
torno al déficit con el que cerramos 2011 en la economía parece que
son del 8%; la perdida de porcentaje en la información y la
comunicación de los españoles ha bajado bastante más desde mi
punto de vista. Entre la televisión basura y la manipulación, estamos perdidos.
Los ejemplos de programas
de televisión basura realmente abundan a todas horas y en todos los
canales, pero alguno de ellos hace verdaderamente apología de la
desinformación, de la manipulación y del insulto. Tenemos una gran
variedad de temáticas con un fondo sexual y erótico que ya no
distingue de franjas horarias...., programas amarillistas de
farándula o programas de humor soez y chabacano.
Un ejemplo de lo último
más interesante sería el poder hablar horas y horas de como la
asistenta de un muchacho que una vez besó a Falete al salir de una
discoteca en pleno centro, ha ingresado en el paro despedida por
llevar la falda demasiado corta.... (posible, ¿no?).
Lo importante de la
televisión es la comunicación y esta debe ser auténtica, es decir, su finalidad debe ser una comunicación seria con un mensaje
verdadero y al mismo tiempo valioso para nosotros que lo estamos
viendo y escuchando. Y si para nosotros es importante, lo es más
para nuestros hijos que en proceso de educación son continuamente
bombardeados con mensajes confusos y nada ejemplarizantes de un buen
comportamiento social.
Esta cuestión es la más
importante, la comunicación que recibimos de nuestra “caja tonta”
debería ser y tener un sentido y cubrir unas exigencias para que los
contenidos sean de una calidad aconsejable. El mensaje debe ser
beneficioso para nosotros y nuestros hijos, igual que en la
comunicación entre las personas o en la educación, el último
eslabón en la comunicación debe aspirar a mejorar, a recibir algo
positivo para él y los suyos.
La “caja tonta” por
el contrario se está esforzando en muchos casos en desvirtuar el
contenido de tal manera que llame la atención de los usuarios de su
comunicación con la única finalidad de subir en el ranking de
audiencia. No sabremos cuando dicen la verdad o cuando mienten,
cuando merece la pena poner atención o cuando escuchar la televisión
de fondo.
Un “polvo” en verano
será motivo de cuatro especiales de “Sálvame”, un insulto
directo entre figuras de la farándula serán dos días de
programación amarilla. Si existe alguna agresión física entonces
se puede conseguir dos programas en banda de máxima audiencia “de
luxe”. El testimonio de algún imputado en un delito de sangre, ya sabéis... Impresentable.
El arma más utilizada en
la “caja tonta”, en la televisión basura, es la demagogia y se
encargan de mostrar un contenido que a su vez es solicitado por
nosotros, es decir, que cuanta más basura consumimos, más basura
nos dan.
Si nosotros utilizáramos
la demagogia con nuestros hijos, les enseñaríamos aquello que ellos
quieren y lo que desean, cada vez más terminaríamos cambiando las
charlas de familia, de valores, de recuerdos, juegos etc, por charlas
de fútbol, actividades y juegos de la Play o de la Nintendo. ¿Esto
no sería bueno, verdad?, nuestros hijos demandan cuestiones que
quizá no sean lo mejor para ellos y nosotros debemos moderar y
darles lo que verdaderamente necesitan.
Los padres poseemos la
responsabilidad de comunicar a nuestros hijos lo más interesante
para su educación y no aquello que nos soliciten. De la misma manera
la televisión y las empresas que las sostienen deberían
responsablemente proponer algo más beneficioso en su comunicación y
no basarse en el escaso esfuerzo de la sociedad en exigir
programación de mejor calidad.
La “caja tonta” nos
da lo que pedimos: ¿Queremos contenidos soeces, chabacanos o
sexuales?, nos los da, ¿queremos gilipolleces, insultos y violencia
verbal?, pues mas de lo mismo. En esto esencialmente está la
eficacia de la televisión y de la basura, dándonos lo que queremos
y mientras engordando con la publicidad en esos espacios.
Nos dan una comunicación manipuladora, una comunicación que no necesita de esfuerzos por
nuestra parte, solo tenemos que tumbarnos y mirar...., ellos se
encargarán de comernos la cabeza, de meternos publicidad y conseguir
lo que les importa.... ganar más dinero a costa de nosotros.
La “caja tonta” no lo
es tanto. Parece que nosotros somos algo menos listos que lo que
creemos. A la televisión pública exigencia de compromiso con la
verdad, con la información y con la igualdad, la educación y la
corrección. A las televisiones privadas, o mejor dicho a los
programas basura de esas televisiones les corresponde el “off”,
el apagado, para que aprendan a poner una programación de mayor
calidad.
La conclusión parece que
debe ser que debemos pasar a exigir una mejor televisión, una
televisión que no explote a las personas, que no engañe y que sirva
para una mejor educación y un mejor entretenimiento... y digo
entretenimiento y no perder el tiempo.
Y mientras, pasear, salir
al aire libre, hablar con la familia, jugar y vivir. Aprender a
apagar la televisión y decir adiós a la “caja tonta”.
1 comments
Lo más deleznable de la televisión basura es decir, mantener, divulgar que la pedimos porque es sencillamente falso. Es uno de los fenómenos culturalmente más demoledores que existe. Además en pleno horario de protección:cuatro horas diarias, de cuatro a ocho en la cadena italiana.¿Donde está la autoridad judicial y política? Impensable lo que ocurre en España que pudiera ocurrir en ningún otro país del mundo.
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