Después de leer la primera parte, "7 días en Jordania - I" con los datos de las visitas a *Jerash y Ajlun, *Monte Nebo y Mádaba, *Shobak y Siq Al Barid y *la ciudad rosa de Petra, continúo con esta segunda parte con las visitas al desierto de Wadi Rum, Dead Sea, la Ruta de los Castillos y Ammán, antigua y moderna capital de Jordania como final de nuestro estupendo viaje de siete días a Jordania.

WADI RUM

El acceso a la zona protegida del desierto de Wadi Rum está controlada desde el centro de visitantes y todos los vehículos, animales, guías o turistas deben estar organizados o aprobados allí. Wadi Rum es patrimonio de la humanidad nombrado por la UNESCO. Desde allí parten recorridos en 4x4 que visitan algunos de los puntos de interés. Nada más llegar te das cuenta de que estas en uno de los entornos naturales más espectaculares de Oriente Próximo.
Durante todo el día, en varias excursiones en vehículo todo terreno 4x4 se visitan los lugares más bellos del desierto rojo. Cañones de paredes rocosas de múltiples formas entre jebels (montañas), impresionantes Rock Bridges o puentes naturales moldeados por la erosión durante 50 millones de años, campamentos beduinos como el de Siq Um Al Tawaqi y al atardecer la parada obligada para ver la puesta de sol y el cambio de colores del desierto en el Valle de la Luna.

En nuestro viaje pasamos una noche en el campamento "Sun City" y resultó ser un lugar encantador y bien preparado a todos los niveles. Nada más llegar pudimos ver el resultado de "El Zarb", una típica cocina Jordana de asado de cordero bajo la arena del desierto con pollo y arroz para la cena de esa noche. El comedor es una cúpula acondicionada de lujo, climatizada y con vistas al desierto, que Merche y yo tuvimos la suerte de compartir con dos viajeros madrileños. Al llegar la noche podréis tumbaros en la arena y contemplar un número infinito de estrellas en un cielo maravilloso y después ver amanecer en este insólito y bellísimo lugar.
Merece mucho la pena, tanto, que te surgirán dudas sobre cual ha sido la visita estrella del viaje, "La ciudad de Petra" o el "Desierto rojo de Wadi Rum". En mi caso, tanto como para dedicarle un poema: "Blanco y Rojo".
Para que os hagáis una mejor idea de como es Wadi Rum, os dejo aquí algunas fotografías más:

MAR MUERTO


Es un lugar abierto donde no existe problema para bañarse en bikini o bañador, aunque veáis a los jordanos nadar vestidos. Cada uno es libre. Aquí olvidamos la parte cultural del viaje para convertir la visita en un momento de diversión absoluto. Es una visita obligada pero corta. Solo ver como cada uno de nosotros intentaba desenvolverse en el agua era un no parar de reír. Una rara sensación de flotar sin esfuerzo que casi hace imposible nadar, porque las piernas se te quedan literalmente fuera del agua. Que no falte la foto leyendo el móvil o el periódico boca arriba, te sobrará la colchoneta. Una buena mañana hasta después de comer que vamos a recordar siempre.
RUTA DE LOS CASTILLOS
Es una de las excursiones recomendadas y opcionales desde Ammán, para conocer las construcciones más representativas entre los siglos VII al XI, ejemplos de caravaserais o refugios para las caravanas, pabellones de descanso o fuertes de carácter militar. Los tres castillos se encuentran en la carretera 40 con dirección a la frontera de Irak y están en diferentes estados de conservación, cada uno de ellos con sus particularidades.
- Qasr Al Kharanah. Solitario, destaca sobre una pequeña loma en una llanura desértica con una estructura cúbica y torres semicirculares en las esquinas que no superan la altura del edificio. Es el más antiguo de los palacios omeyas datada unos 700 dC. Tiene un patio interior y unas sesenta estancias en dos alturas. Las habitaciones del segundo piso eran viviendas. Es ejemplo de techos abovedados y un pórtico arqueado único. Aunque desde el exterior parece una enorme fortaleza, parece que se utilizaba como lugar de conferencias donde los califas se reunían con las tribus y los beduinos locales para resolver sus asuntos.

- Quseir' Amra. Es el de menor tamaño de los tes, pero el más importante para muchos por la decoración de su interior. Fue utilizado como lugar de veraneo y descanso por el califa y sus príncipes. Una de sus construcciones es un sistema termal de influencia romana para dar agua y ambiente a los baños. Tiene un buen número de frescos en buen estado con escenas de caza, frutos y mujeres desnudas o semidesnudas que representa una excepcionalidad en un país árabe. Fue declarado patrimonio de la Humanidad en 1985.

- Qasr Al Azraq. Está situado a las afueras de la ciudad del mismo nombre y se le llama también la "Fortaleza azul". Una construcción cuadrada de 80 metros de lado con un patio interior y en el centro su mezquita de época omeya. La puerta es una losa de granito muy pesada pero que aún funciona, aunque haciendo un buen uso de la fuerza y bien lubricadas sus bisagras con aceite de palma. Aquí estableció su cuartel general Lawrance de Arabia para luchar contra los otomanos. El lugar es estratégico en el oasis de Azraq, única fuente de agua en 12.000 km cuadrados de desierto.

El trayecto es lineal, así que después de visitar el más lejano de los castillos donde Lawrence de Arabia pasó el invierno de 1918 durante la Rebelión Árabe contra los turcos y pisar donde el explorador lo hizo en esos días, toca volver a Ammán por la misma carretera.

AMMÁN


Es una ciudad muy segura, de lo que se enorgullecen los jordanos y de fácil acceso en taxi, aunque una vez en el centro la mejor manera de recorrer Ammán es a pie ya que el tráfico es caótico. En el centro hay lugares para el cambio de moneda y se nota que es una ciudad abierta en detalles como los enormes "Grafitis" en las paredes de sus edificios con motivos reivindicativos, los cafés y restaurantes y las calles donde se mezclan los zocos, con las tiendas modernas como en cualquier ciudad europea.

Antes de bajar de la colina, disfrutamos de las vistas de la ciudad de Ammán donde llama la atención el "Asta de Raghadán", un mástil con la bandera de Jordania con una altura de 126,8 metros que se colocó el año 2001 para conmemorar el día de la independencia de Jordania en los terrenos del Palacio Real de Raghadán. La tela mide 60 metros de largo por 30 de ancho y es visible desde todos los lugares de Ammán.
Después descendemos de la colina hacia el centro urbano para visitar el "Foro y el Teatro Romano". Vimos un enorme "Grafiti reivindicativo" de talla internacional y pasamos a pie por los zocos y frente a la Mezquita Al-Hussein que solo es accesible para las personas de religión musulmana. Aunque es una ciudad abierta, amable y con inquietudes, la religión es otra cosa y para los europeos, en la ciudad de Ammán solo es visitable la moderna "Mezquita del Rey Abdalá I", que por supuesto visitamos y aprovechamos para recorrer también algunas de las calles más famosas y concurridas.

Por la mañana volamos de vuelta a Madrid.
Si quieres ver el mapa con el itinerario completo, la ruta y los lugares de visita más importantes por donde hemos pasado, pincha en el icono. Te harás una buena idea del recorrido en este viaje de 7 días en Jordania.