Todos sabíamos que la nevada era muy posible, no solo eso, sabíamos que sería intensa y muy importante, pero desde luego pocos pensábamos ver lo que sucedió durante la noche y a primera hora del día nueve de enero, "Filomena" nos trajo la mayor nevada del siglo, que dejó nuestra ciudad como si de un álbum de "Leganés en blanco y negro" se tratara.

Cuando salí a la calle con mi Nikon D850, aún hacia viento y nevaba con cierta intensidad, el panorama era casi apocalíptico, el viento helado y el silencio era intenso, casi tan frio como la nieve. Al pisar la nieve y hundir las piernas hasta la rodilla en algunos lugares venía a la mente aquella frase y esa sensación de pisar por primera vez en un lugar donde nunca antes lo hizo nadie.