El distrito de Gálata fue la zona más popular en la Edad Media. Desde La Plaza Taksim por la calle Istiklal hasta la Torre ha sido un paseo a nivel, a partir de la torre que está en la parte más alta, las calles se hacen más estrechas, en cuesta hasta bajar a Karakoy, el Cuerno de Oro y el Puente Gálata. Algunas escaleras son famosas, como la de Kamondo, construida por una familia judía entre las calles de Voyboda y Bankalar.

Esta zona siempre está muy animada y hay que visitarla de noche y de día, la luz y la actividad principal cambia sin perder su enorme encanto. En la zona de Gálata sigue habiendo una importante comunidad judía y tiene un gran carácter multicultural. Sus calles son frecuentadas por jóvenes para disfrutar de bares, terrazas y cafés, además de que cuenta con talleres tradicionales de artesanía y recuerdos donde estarán encantados de atenderte. No te pierdas la calle Cukurmuna y sus tiendas de antigüedades.


La Torre Gálata fue construida en el año 528 en madera y servía como faro a los barcos que entraban por el Bosforo o desde el Mar de Mármara. Al igual que la ciudad fue ocupada en varias ocasiones cambiando su nombre y su construcción.


La definitiva y actual es de 1453 con una altura de 61 metros y un diámetro considerable que te llamará la atención de cerca con unos muros de casi cuatro metros de grosor en la parte baja que van adelgazando según subes. Es visitable previo pago y se pueden ver las vistas de todo Estambul.



Podéis comer o cenar en la zona por un precio razonable. Nosotros comimos uno de los días en el "Güney Restaurant" que se encuentra en un lugar privilegiado a los pies de la Torre Gálata con una buena carta de comidas y aperitivos además de cerveza fresca. Muy recomendable.

Si viajáis a Turquía y visitáis la maravillosa ciudad de Estambul, no podéis dejar de ver la monumental Torre Gálata. Si queréis subir para ver las vistas, de 9 a 20 horas por unas 25 liras persona.

Vista desde el Cuerno de oro.

La Torre Gálata de noche.