
Un nuevo libro para mi verano, para mis horas de siesta, para mis tiempos de descanso y para vivir.... también leyendo un buen libro, "La sonrisa Etrusca"(1985) de José Luis Sanpedro. Un libro dedicado a la vida, al amor, al sentimiento de plenitud al final de una vida, a las relaciones, a lo verdaderamente importante, al tiempo, a la muerte....
Resumen: Salvatore Roncone, hombre procedente de Roccasera, en el sur de Italia, es llevado a Milán por su hijo Renato para ser tratado de un cáncer y pasar allí sus últimos días. En Milán conoce a su nieto que casualmente se llama Bruno, como así le llamaban a él sus amigos partisanos en tiempos de guerra y comienza a surgir entre los dos una ternura maravillosa.
Dos mundos distintos cohocan, la ciudad y el campo; la vida en Milán con su hijo, Andrea y su nieto y los recuerdos de su mundo campesino; la moderndad y las tradiciones, provocando un sentimiento hacia el nieto, al que quiere salvar de tanta modernidad y llevarlo a Roccasera para que crezca en su mundo.
![]() |
Descargar pdf |
Las nuevas circunstancias llevan al protagonista a ver el mundo de otro modo y cambiar su forma de ser, su nieto Bruno y Hortensia le hacen de nuevo vivir, mientras el cancer (enfermedad a la que llama Rusca) le mata poco a poco".
La muerte no espera y es el final, mientras debemos ser capaces de disfrutar de los pequeños regalos que la vida nos da, vivir sin atormentarnos por llegar al final, apoyarnos en todos esos momentos plenos que tenemos la suerte de vivir.
A vivir que son dos días...., también leyendo.
3 comments
Tomo nota... y descargaito lo tengo...
ResponderEliminarUn besote y un saludote
Fragmento: "La madera y el verdor, la raíz y la sangre, el viejo y el niño avanzan compañeros, como sobre un camino, por ese tiempo que les está uniendo. Ambos hombro con hombro, en extremos opuestos de la vida, mientras la luna se mueve acariciándoles, entre el remoto girar de las estrellas". Esto promete..... ternura.
ResponderEliminarPrecioso, especial, muy bonito. Lo he terminado de leer y será difícil que lo olvide.
ResponderEliminar"...la mano femenina deja ese pecho rizoso y un dedo firme sella los labios demasiado exigentes.
-Calla. No pidas más a la vida.
Y repite, ocultando su repentina angustia:
-No pidas más...¡Que no se rompa!