Por más vueltas que le doy,
por más que corro,
es imposible evitar que
me atropellen los recuerdos.

Mucho tiempo ya,
muchos años soñando en vano.
Quizá una equivocación
seguir golpeando el muro.

Pero esos detalles de cada día,
los instantes de amor,
tus sonrisas y sublimes miradas...
no me permiten renunciar.

Como un tonto,
me acerco al borde
para con todas mis fuerzas gritar,
y una vez más, me rindo.

Pienso en que te amo.
Te quiero demasiado y al fin y al cabo,
la vida a tu lado es "Un precioso desastre".