Siento nuestra su frase "Todas somos Madres de Juárez" y aquí les mando mi abrazo de solidaridad. Es absolutamente vergonzoso e intolerable que el mundo entero desoiga estos gritos de dolor: "La violencia y vulnerabilidad nos quita una mujer hermana, amiga, madre, compañera cada 2 horas en todo el país"
¡Todas somos las Madres de Juárez!
¡Vivas se las llevaron, vivas las queremos! (*)
Desde hace 20 años, Juárez se ha convertido en la ciudad del Feminicidio. Sin embargo, también ha representado el inicio de una experiencia de organización de familiares y amigos de las víctimas que comenzaron a denunciar el asesinato de sus hijas, sobrinas o hermanas y el nulo avance en las investigaciones, la creación de "chivos expiatorios", la complicidad de funcionarios e instituciones y combatir la culpabilización que recae en la mayoría de las víctimas.
Cientos de familias han peregrinado buscando el paradero de sus hijas, encontrando a su paso la indolencia de las autoridades e impunidad en los casos. Este fenómeno en los últimos 6 años se ha extendido en todo el país. Tan solo en los últimos dos años, se cometieron 4.112 asesinatos de mujeres y se encuentran desaparecidas 3.976 mujeres. El edomex, gobernado por el actual presidente, ocupa el primer lugar en Feminicidio en todo el país.
Al mismo tiempo se han fortalecido las redes de trata, con el reclutamiento de cientos de mujeres y niñas, las cuales generan grandes ganancias al año a los carteles mexicanos, al dejar de ser funcionales como mercancías sexuales las asesinan. Todo esto bajo el amparo de la militarización, que trajo violaciones a los derechos humanos, horas de enfrentamiento a mitad de calle, detenciones ilegales, hostigamiento sexual, civiles asesinados y desapariciones a luchadores sociales en algunos estados del país, toques de queda, entre otras consecuencias para la población.
El pasado 16 de enero, familiares de jóvenes desaparecidas salieron de Juárez rumbo a la ciudad de Chihuahua para exigir justicia. Las madres caminaron 390 kilómetros de Juárez hasta Chihuahua, con temperaturas bajo cero grados, en busca de una audiencia con el gobernador. Sin embargo, el día que llegaron al Palacio de Gobierno, el mandatario acudió al estado de Chiapas a un evento encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto. Esta acción de indiferencia llevó a las madres y familiares de las víctimas a exigir el jueves 31 de enero una audiencia pública.
Las madres se han expresado "caminamos porque la justicia no llega, nuestras hijas siguen desaparecidas, las investigaciones no avanzan y el problema del Feminicidio y desaparición de mujeres sigue creciendo en nuestro Estado; tan solo en los primeros días del año se han reportado más de diez desapariciones de jóvenes, la mayoría en la zona centro de la ciudad de Juárez".
Ellas son la voz de cientos de madres en el país que lamentablemente se encuentran en la misma condición. Madres coraje, que nuevamente hacen sentir la presencia de Marisela Escobedo que como ellas caminaron cientos de kilómetros a Chihuahua y a la ciudad de México para exigir que se detuviera al responsable del asesinato de su hija Rubí. Después de años de lucha Marisela fue asesinada y el caso de Rubí cerrado terrible reflejo de la impunidad que recorre nuestro país.
Por ello, nosotras (trabajadoras, desempleadas, estudiantes, amas de casa, lesbianas, activistas, feministas, defensoras y de la lucha anticapitalista), manifestamos nuestra solidaridad con el Comité de Madres y Familiares con Hijas Desaparecidas. Acompañamos esta caminata y nos unimos a su exigencia de justicia, para poder llevar hasta el fin sus exigencias, debemos rodearlas de solidaridad activa. De la misma forma que no olvidamos que justo este 31 de enero, se cumplen 3 años de la masacre de jóvenes en Villas de Salvárcar, en Ciudad Juárez y hoy nos unimos al reclamo de justicia.
Hoy no podemos conquistar nada mientras continúen desapareciendo y asesinando mujeres. La lucha contra el Feminicidio tiene que ser parte del camino de la lucha por la transformación radical de nuestra sociedad. El sistema capitalista permite las bases estructurales para que se desarrolle este tipo de fenómenos, ejemplo de ello, el Feminicidio. Además, éste fenómeno, en estas circunstancias, debe entenderse también como un mecanismo de control del descontento popular, pues emite un claro mensaje contra las mujeres que se organizan.
Por lo anterior, desde Pan y Rosas sabemos que será solo con nuestra propia organización independiente de donde saldrán las fuerzas para frenar esta embestida de asesinatos e impunidad y para conquistar nuestros derechos. Hacemos un llamado unitario a todas las organizaciones de mujeres del país, feministas, activistas y organizaciones de los derechos humanos para levantar una campaña nacional contra el Feminicidio, la desaparición y trata de mujeres. Para luchar por cualquier cosa en este país es imprescindible integrar a las mujeres y detener esta situación de violencia y vulnerabilidad que nos quita una mujer hermana, amiga, madre, compañera cada 2 horas en todo el país.
A una voz gritemos:
¡Si tocan a una nos tocan a todas
¡Alto a la impunidad, ni una asesinada más!
¡Abajo las redes de trata y prostitución!
¡Justicia para Marisela Escobedo!
¡Presentación con vida de las desaparecidas!
¡Todas somos las hijas de Juárez!
*(Comunicado de las Madres de Juárez en el mitin celebrado el jueves 31 de enero en Chihuahua.)
Otros enlaces: La vergüenza del feminicidio
