Faltaba en mi equipo y había leído tanto y tan positivo sobre él, que tardé poco en decidirme para añadir el
Tokina SD 11-16mm f/2,8 (IF) DXII a la mochila de viaje para mis "21 días en Nepal" solo unos días antes de coger el avión. Fue la primera noche durante la escala en Abu Dabi, cuando pude hacer uso de esta maravilla durante unos minutos en la Mezquita de Sheikh Zayed. Noche oscura, luz artificial, una gran superficie que cubrir y la necesidad de una profundidad de campo grande. Una prueba relámpago para el Tokina.

Ya sabéis que mi máquina es la Nikon D7100 que monta objetivos “DX” para el sensor APS-C, de menor tamaño que las de formato “FX” y este objetivo, el Tokina, es una actualización del anterior y se da el caso curioso de que en la focal de 16mm cubre el fotograma completo, pero como ya os he dicho, en mi caso el uso será para DX.

De las páginas consultadas para valorar este objetivo, la mayoría de los comentarios que he leído son muy positivos. Este tipo de gran angular es ideal para fotografiar áreas extensas de un paisaje con ángulos de visión muy grandes y esto en muchos casos provoca una sensación de alejamiento del entorno y un acercamiento de aquello que se encuentra próximo al objetivo y la cámara.

Debo hacer referencia al sistema de cambio de enfoque de manual a automático, que se realiza de una manera realmente cómoda mediante la presión adelante y atrás del anillo de enfoque sin retirar la mirada de la toma o buscar con los dedos el botón para activarlo.

Las posibilidades de este objetivo son grandes, sobre todo si te gusta la creatividad. Tendrás como yo que entender el efecto que tiene sobre la perspectiva y la escala en los paisajes, en la arquitectura, en los objetos. Por eso incorporé el Gran Angular Tokina AT-X 116 PRO DX II AF 11-16 mm f / 2,8 a mi equipo, aunque hay algunas razones más para añadir un gran angular a tu equipo fotográfico:

"Un objetivo de construcción sólida, relativamente compacto, de funcionamiento suave en zoom y enfoque, con un rango zoom moderado pero que cubre todas las focales angulares extremas más deseables, entre 16,5 mm y 24 mm equivalentes.

Como cualquier otro angular extremo, debe pagar un cierto peaje en distorsión, viñeteado y aberración cromática en las esquinas, pero lo hace con sorprendente resolución en el centro, y suficiente en las esquinas desde plena abertura. El máximo rendimiento de conjunto lo ofrece para casi todas las focales para los valores de diafragma comprendidos entre f/5,6 y f/8, los que probablemente tendamos a utilizar más para explotar la amplia profundidad de campo propia de estas cortas focales.

Ello demuestra que se ha conseguido la máxima corrección óptica antes de entrar en las aberturas que tienden a producir difracción, algo sin duda perfectamente controlado por los creadores de la óptica a la hora de trabajar sobre el moderno "tablero de dibujo" que es el ordenador."

...."Disponer, en un solo objetivo, de las focales equivalentes a 16,5 mm, 18 mm, 21 mm y 24 mm, nos hubiese parecido imposible hace no tantos años. Aunque el ratio de reparto de nitidez de centro a esquinas acusa la dificultad de diseño de un zoom tan extremo, para la mayoría de los sujetos puede usarse sin complejos a plena abertura y si se trata de tomas críticas, entre f/5,6 y f/11 vamos sobre seguro."  (http://www.dslrmagazine.com/)

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