Nunca me canso de ver amanecer. A pesar de todo y ocurra lo que ocurra, siempre nace un nuevo día, siempre y a pesar de todo vuelve a AMANECER. El poema no es mío, el sentimiento sí.
Una vez más reaparece el día de
ayer, ya dado por muerto y por enterrado. Otra vez desaparece el silencio y me amanece otra vez a
nuestro lado. No sé si será pecado. A mí no me lo parece. En este día cualquiera párate a
ver cómo canta, antes que me vaya fuera, mi corazón en tu mano y tu boca en
mi garganta por la mañana temprano.