Por una razón u otra, ellos son los primeros a los que al llegar la Navidad echamos de menos. Algo más que a los demás, y de una forma muy diferente. Nos fueron arrebatados, por una maldita enfermedad, por los años, por el destino o por cualquier otra razón que aún no nos ha convencido de su falta.
Por eso esta "Tarjeta de Navidad, aunque duela", para mandar lejos, muy lejos, esta felicitación para que sepan que sin ellos no habrá nunca más una verdadera Navidad. Ha sido un año muy duro y solo gracias a los nuestros, a los amigos y a pequeños momentos inolvidables, llegamos vivos y con ánimos al final.
Alcanzamos estos días con el impulso del mayor de los deseos, con el más profundo de los sentimientos, con el dolor del amor roto, para que no desaparezca de nuestra vida esa luz que siempre nos alumbra, con ese deseo que ya otras veces hemos manifestado: el de "Cambiar esta Navidad por un solo abrazo suyo, por volver a ver su sonrisa".
Quizá en sueños, o mirando su fotografía lo consigamos, como en otras tantas ocasiones desde que marcharon.
Para ellos, los primeros....... Feliz Navidad!!
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Empezaré diciendo que fue con este pequeño libro de poemas: "Haikuario", de Luis González Carrillo, cuando me acerqué por primera vez al Haiku, o mejor dicho, cuando tuve conciencia de esa disposición poética y denominación que los japoneses parece ser que llevan publicando desde hace siglos y que esconde todo un mundo.
A primera vista la disposición transmite serenidad, contemplación, y tranquilidad que a la vez permite nada más terminar de leer cada poema de tres versos la posibilidad de reconocer un mensaje oculto en cada uno de ellos. Os recomiendo esta lectura como ejercicio, quizá "espiritual", como un viaje por el tiempo, los sentimientos y las estaciones del año, en el "Haikuario".
El haiku es un poema breve de diecisiete sílabas, dispuestas en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente, para comprobarlo solamente es necesario contar. Algo más complicado es saber de la historia de estos poemas, que originariamente como forma poética japonesa surgen del denominado "hokku", primera parte del "tanka", composición tradicional que ya aparece en una antología publicada en el siglo VIII d.n.e.
Confieso que soy lector de haikus desde el día en que Luis me regaló un ejemplar de su precioso libro y me seduce su forma poética, algunos con pocas palabras y mucho que decir, que me recuerdan y conducen a algunas de mis entradas "Poema y fotografía". Cada pequeño bloque de tres versos, abre infinitas puertas a nuestra imaginación.
- "Al otro lado / detrás de las vallas / se pierde la fe", que pudiera ver con los Refugiados.
- "Son nuestros cuerpos/ confundidos en uno / con sumo placer", en el que veo quizá un Beso robado al destino...
- "Miro tus ojos / y me pierdo en ellos, / no hay salvación", seguro con el Amor.
Conocer que Benedetti, Julio Cortazar, Octavio Paz y otros autores han estudiado y escrito Haikus, pone en valor esta manera de encarcelar en 17 sílabas, un mensaje, un sentimiento, una sensación, una estación, un viaje, un peligro, una guerra o un amor. El más conocido haiku de Matsuo Bashoo (1644-1694): "Este camino / ya nadie lo recorre / salvo el crepúsculo" deja claro que detrás de unos escasos tres versos puede haber todo un universo expresivo.
Las lecturas cortas son una forma fácil y sencilla de leer y viajar sin agobios, poco a poco y con los descansos que consideremos. Mi anterior lectura de micro-relatos fue "Aquí yacen dragones", de Fernando León de Aranoa, que curiosamente me recomendó Luis González tomando un café con nuestro común amigo Agustín. Con su libro y con su película "Un día perfecto", León de Aranoa me tiene ganado, Luis González Carrillo desde mucho antes como persona y desde ahora como escritor, especialmente encandilado.
Debo añadir que la fotografía de Pilar Ahijado y la maquetación de José Zurdo preparan un precioso envoltorio a este regalo de 60 poemas en 20 páginas. Os invito desde aquí a gozar con este juego de silabas y leer este provocador "Haikuario", un pequeño libro que sin duda es una gran creación.
Título: Haikuario
Autor: Luis González Carrillo
Fotografía: Pilar Ahijado
Maquetación: José Zurdo
Primera edición: Octubre de 2015.
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Melodías que llevan muy lejos,
en el tiempo y en los sueños.
Melodías que en la cabeza
y en el pecho suenan,
para acabar en el dolor de un silencio,
y lágrimas de sentimiento.
Love you forever...
(Abuelohara)
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Crees que lo sabes.
Tienes todo el tiempo,
el día es eterno
y lo dominas todo.
Y sin embargo,
siempre llega el momento
el destino y la muerte
te colocan en tu sitio.
Un golpe en el pecho
te hace despertar,
tropezar y caer,
sentir la tierra en la cara.
sentir la tierra en la cara.
Ves como a tu lado
se encienden las luces
y el camino desaparece.
La noche te cae encima.
Ahora caminas
con esa maldita sensación
de ver como se hace tarde
y la vida se escapa con los sueños.
(Abuelohara)
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El beso de la vida
Inspirado en Fotografía de Rocco Morabito Premio Pulitzer 1968 |
hace que nuestra mirada
brille tres días seguidos,
que lo recordemos quince
y que alimente nuestros sueños...
toda una vida.
Bésame y haremos el viaje juntos
en el tren y el tiempo de la vida
con los vagones de carga
repletos de sueños y felicidad.
Bésame y salvarás mi vida,
harás de nuevo latir mi corazón
toda una vida......., una nueva vida.
El tiempo siempre relativo,
y es que a veces un solo beso
te puede hacer volver a vivir.
(Fco.Cecilia)
.
Epígrafe: (Enrique Molina)
Se oyen pasos
de alguien que no llega nunca.
de alguien que no llega nunca.
Uno sigue esperando
sin responder a nadie
entre otras cosas porque
las sombras no preguntan.
Uno estira el silencio
abandonado y torpe
con los ojos abiertos
y la esperanza inmóvil.
El cielo está tan lejos
y la tierra tan cerca
que no vale la pena
soñar con el futuro
En secreto se aguardan
noticias del vacío
y sin embargo nadie
se asoma entre la niebla
.
Quiero mojarme contigo,
desnudos o vestidos, bajo el paraguas rojo.
Que el deseo nos empape
y nos confunda con sus dedos.
Rendirnos y escapar aunque sea un instante.
No olvido tus caricias, tus besos.
Se el camino hacia ti, te huelo.
La sangre tensa mi cuerpo,
abandona mi cabeza y no pienso.
Solo deseo. Te deseo.
Cansado de tardes,
pintando el tiempo con tus recuerdos y miradas
intentando así de nuevo
dar calor al corazón.
Dime que es verdad lo que veo.
Que cuando te beso
nace el brillo en tus ojos.
Que tus labios juegan alegres en tu sonrisa
y que como yo, me sientes también.
No puedo hacerlo,
arrancarte de mi pecho.
Estás tan adentro que no alcanzo
y solo pensarlo duele.
Dime que es verdad.
Podemos escondernos
bajo el paraguas rojo de la pasión
que nos cala en lo más hondo.
Quieras o no, querrás hacerlo.
Sentirás la tentación.
En distinto espacio nos empapa la misma lluvia,
nos sigue la misma nube
y poco a poco se despeja la duda
de que quizá no sea posible
besarnos nunca a la luz del sol.
Aún me basta que seas mi princesa
detrás de la puerta en secreto.
Sin que nadie sepa del dulce
y mágico pecado de esta felicidad,
de este escondido y herido amor.
Si alguna vez lo deseas,
no lo pienses, hazlo.
Me dejaré besar, me dejaré abrazar.
Soñaremos juntos otra vez
antes de alcanzar la siguiente despedida.
Guardaré este secreto. No te haré daño.
En silencio, sin despertarte
saldré cada día despacio de nuestro sueño,
de este vagón, de este viaje.
Me gustan tanto tus labios, tus besos,
que sueño con ellos
incluso cuando saben a despedida.
Es difícil de entender?
Algo entonces estoy haciendo mal.
Dime que es verdad, que merece la pena
y viviré cautivo de tus abrazos,
esperando cada día rozarte,
acercarme a ti a escondidas
besarte, sentirte y hacerte el amor.
No es vivir soñar?,
pues viviré soñando
en hacerte mía de nuevo
hasta que no haya descanso
y terminemos empapados, cada día, de amor.
Dime que es verdad lo que siento.
Que cuando cierras los ojos cada noche
piensas que desnuda bajo las sábanas dejarías
que mis dedos y mis labios te gozaran a oscuras
hasta sentirte empapada en amor.
¡Dime que es verdad!.
(Abuelohara)
Viajar sin ti.
Viajar de vuelta...,
sin ti..., soñando despierto,
Escuchando la canción
del deseo, del pecado,
de lo posible o imposible.....
Llegar a tus brazos
que quizá esperan.
Recorriendo el camino
sobre el acantilado,
sin llegar a caer.
Soñando romper distancias,
hasta sentir tu aliento,
tus manos, tus labios, tu lengua...
y el calor de tu piel cerca,
muy muy cerca.
Cada vez mis manos
más cerca de tus caderas...
cada vez mis labios
más cerca de tu vientre y tu sexo,
muy muy cerca.
El sueño de un viaje
que se consume,
la estación de la realidad
al final del viaje
muy muy cerca.
Tus brazos, tus besos,
tus caricias, los deseos,
los sueños o quizá...
la espera para despertar.
Muy muy cerca.
Viajar de vuelta...,
sin ti..., soñando despierto,
Escuchando la canción
del deseo, del pecado,
de lo posible o imposible.....
Viajar sin ti.
Viajar de vuelta...,
sin ti..., soñando despierto,
Escuchando la canción
del deseo, del pecado,
de lo posible o imposible.....
Llegar a tus brazos
que quizá esperan.
Recorriendo el camino
sobre el acantilado,
sin llegar a caer.
Soñando romper distancias,
hasta sentir tu aliento,
tus manos, tus labios, tu lengua...
y el calor de tu piel cerca,
muy muy cerca.
Cada vez mis manos
más cerca de tus caderas...
cada vez mis labios
más cerca de tu vientre y tu sexo,
muy muy cerca.
El sueño de un viaje
que se consume,
la estación de la realidad
al final del viaje
muy muy cerca.
Tus brazos, tus besos,
tus caricias, los deseos,
los sueños o quizá...
la espera para despertar.
Muy muy cerca.
Viajar de vuelta...,
sin ti..., soñando despierto,
Escuchando la canción
del deseo, del pecado,
de lo posible o imposible.....
Viajar sin ti.
(Texto y fotografía de Abuelohara)
Siempre se me ocurre que para ver amanecer hay que levantarse temprano y siempre, irremediablemente, alguien me recuerda que también se ve amanecer si te acuestas muy tarde....
De un modo u otro no te pierdas el espectáculo de la mañana, en la vida, en la fotografía y en la poesía.
¡No te la pierdas!, "Es la mañana" poema de Pablo Neruda y mi fotografía.
Es la mañana
en el corazón del verano.
Como pañuelos blancos de adiós
viajan las nubes,
el viento las sacude con sus viajeras manos.
Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.
Zumbando entre los árboles, orquestal y divino,
como una lengua llena de guerras y de cantos.
y desvía las flechas latientes de los pájaros.
Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancia sin peso, y fuegos inclinados.
Se rompe y se sumerge
su volumen de besos
combatido en la puerta del viento del verano
.
Ya sabéis que me encanta la fotografía y de vez en cuando dejo algunas de ellas junto con un texto, relato o poema, que he dado en publicar con el título de los mismos y el enlace "Poema y fotografía".
En esta ocasión las fotografías pertenecen a una serie sobre la guerra de Vietnam en el año 1968. Todas ellas fotografías en blanco y negro, de una enorme calidad realizadas por el fotoperiodista Eddie Adams, que cubrió la guerra de Vietnam para la agencia Associated Press.
El poema que elegido para este artículo es "No te rindas" de Mario Benedetti en clara alusión al amor, pero que puede ser entendido como la lucha por los sueños, por nuestros objetivos o por aquello que deseamos..., porqué no también por la libertad.
Espero que os guste.
NO TE RINDAS - Mario Benedetti
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Ya descansa para siempre y sus cenizas, como ella quería, se mecen con las olas en el mar. "Descarsar en el mar" fue su deseo y sus hijos en sus recuerdos encontraron el lugar en la Playa de Barro, concejo de Llanes (Asturias), un lugar que nos será imposible olvidar.
Ya no padecerá más tristezas, melancolías y dudas. Aún siendo esperado, el final cayo como un cuchillo sobre nuestros corazones. Ha sido más de un año de lucha, meses duros que acaban en días muy tristes y horas en las que el dolor era capaz de sentirse en el pecho y en el aire de esa habitación cerrada en la que las lagrimas todo lo empañaban.
Dicen que la realidad supera cualquier ficción. Así es, doy fe. Nunca, nunca, nunca se borrará de mi corazón y mi recuerdo la silueta de mis hijos agarrados a los últimos suspiros de la vida que se marchaba de las manos ya casi insensibles de su madre y de la perdida mirada de sus ojos.
Nunca dejaré de escuchar los sollozos de quienes la querían y aún la quieren y sentir las lágrimas de dolor desde lo más hondo cuando en contra de toda ley de vida, la muerte juega con nosotros y se lleva a su madre, a una hija, a su hermana, sobrina, prima, a su pareja....., a una especial mujer.
Debió ser tan duro!. Todos reconocimos al instante, cuando las lágrimas nos dejaron ver, que estaba más guapa después de morir. Pudo por fin recuperar el gesto tranquilo y relajado que la angustia y el dolor la arrebataron y descansar. Dicen que el cáncer golpea con más inquina al más fuerte, al más luchador. Ella plantó dura batalla hasta el final en una guerra de antemano perdida y en la que muchos de nosotros, sin duda yo, hubiéramos levantado muy pronto la bandera blanca.
Era especial, muy especial, sensible y emocional, siempre llena de sonrisas que se encargaba en repartir y regalar sin preguntar, como si no se le fueran a acabar nunca, hasta que el cáncer, el hijo de puta del cáncer, se la llevó.
No podemos saber si estaba despidiéndose para siempre cuando nos miraba desde lo más profundo, cuando de forma irremediable y temprana la miserable enfermedad nos la robaba, pero podía sentir su especial sonrisa, aunque no tuviera fuerzas siquiera para esbozarla en su boca.
Siendo todavía consciente de cuánto perdía, su única preocupación fue la vida, la felicidad y el futuro, el de sus hijos que no el suyo. Estoy seguro que su último recuerdo al repasar su vida, fue el de ellos sonriendo cuando eran pequeños. Yo solo espero poder desde esta vida, cumplir con mi parte y conseguir que se cumplan del todo sus buenos deseos.
No me olvido de mi madre un solo día. Ella también nos fue arrancada por esta maldita enfermedad del cáncer. Seguramente nunca dejaré de escribir estas cartas, con su recuerdo, en su memoria y para que esta lucha finalice con la victoria de la vida.
Como muchas otras veces y esta vez de un modo muy especial. Unas fotografías de la Playa de Barro y unas letras de Alfonsina Storni escritas cuando sentía las últimas cuchilladas del cáncer.
Dolor
Pasear por la orilla lejana del mar;
Oue la arena de oro, y las aguas verdes,
Y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
Como una romana, para concordar
Con las grandes olas, y las rocas muertas
Y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
Y la boca muda, dejarme llevar;
Ver cómo se rompen las olas azules
Contra los granitos y no parpadear
Los peces pequeños y no despertar;
Pensar que pudieran las frágiles barcas
Hundirse en las aguas y no suspirar;
Ver que se adelanta, la garganta al aire,
El hombre más bello; no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
Perderla, y que nunca la vuelva a encontrar;
Y, figura erguida, entre cielo y playa,
Sentirme el olvido perenne del mar.
Alfonsina Storni
Que no decida por nosotros nadie que gaste un solo €uro arrancado a los presupuestos que merece esta lucha en otras cuestiones infinitamente más banales.
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